El masaje sueco es una de las técnicas de masaje más comunes. De hecho, es la modalidad que viene a la mente cuando la mayoría de la gente piensa en el masaje. La técnica de masaje sueco tiene como objetivo promover la relajación al liberar la tensión muscular.
El masaje sueco es más suave que otros tipos de masaje y es más adecuado para personas interesadas en la relajación y el alivio de la tensión que en aliviar dolores musculares o sobrecargas.
El masaje sueco está basado en los conceptos occidentales de anatomía y fisiología, en oposición al trabajo de energía en «meridianos» o líneas sen que son el foco de los sistemas de masaje asiáticos.
El masaje sueco puede aflojar los músculos tensos causados por actividades diarias, como trabajar frente a un ordenador, pasar muchas horas en una postura similar o hacer ejercicio.
En general, el masaje sueco puede ser muy útil para las personas que tienen mucha tensión en su espalda o en el cuello.
El masaje sueco utiliza movimientos más suaves en las partes más finas y delicadas del cuerpo, y movimientos más fuertes donde hay una cobertura muscular más gruesa. Este ajuste de presión lo convierte en un masaje ideal para la relajación.
Índice
Beneficios
Uno de los objetivos principales del masaje sueco es relajar todo el cuerpo. Esto se logra frotando los músculos con largos movimientos deslizantes en la dirección de la sangre que regresa al corazón.
Pero la terapia de masaje suecoa va más allá de la relajación. El masaje sueco es excepcionalmente beneficioso para aumentar el nivel de oxígeno en la sangre, disminuir las toxinas musculares, mejorar la circulación y la flexibilidad mientras alivia la tensión.
En este sentido, un estudio realizado por el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa, y publicado en The New York Times, encontró que los voluntarios que recibieron un masaje sueco de 45 minutos experimentaron disminuciones significativas en los niveles de la hormona del estrés cortisol, así como la arginina vasopresina (la hormona que puede provocar aumentos en el cortisol). Los voluntarios también experimentarion aumentos en la cantidad de linfocitos, glóbulos blancos que forman parte del sistema inmune y un aumento en las células inmunes que pueden ayudar a combatir los resfriados y la gripe.
Por lo tanto, además de los beneficios calmantes, el masaje sueco es bueno para:
- aliviar la tensión muscular al eliminar las toxinas
- mejorar la circulación al aumentar el flujo de oxígeno en la sangre
- ayudar a mantener flexibles los ligamentos y tendones
- reducir el estrés emocional y físico
Tipos de masaje sueco
Debido a que el masaje sueco es una de las formas clásicas de masaje, sus golpes y técnicas forman la base de muchos otros tratamientos. De este modo, algunas terapias que pueden incluir masaje sueco. Entre ellas están el masaje de aromaterapia, el masaje con piedras calientes y el masaje en silla.
Antes y después del masaje sueco
Antes de un masaje sueco es muy beneficioso estar 20 minutos en la sauna. La sauna calienta y relaja los músculos, lo que los prepara para una experiencia aún más profunda y relajante.
Además, es normal que, tras un masaje sueco, el cliente tenga sed y más ganas de ir al baño de lo habitual. Esto se debe a que el masaje ha activado la circulación linfática y el cuerpo está eliminando las toxinas. Por lo tanto, hay que bebe mucha agua después recibir un masaje sueco.
Por qué se llama masaje sueco
A principios del siglo XIX, el fisiólogo sueco, Per Henrik Ling (1776-1839) de la Universidad de Estocolmo, desarrolló un sistema llamado «Gimnasia médica» que incluía movimientos realizados por un terapeuta. Estos se convirtieron en los conocidos como «movimientos suecos» en Europa y «la cura del movimiento sueco» cuando llegaron a los Estados Unidos en 1858.
Sin embargo, el holandés Johan Georg Mezger (1838 – 1909) es acreditado como el hombre que adoptó los nombres franceses para nombrar las maniobras básicas bajo los cuales se sistematizó el masaje tal como lo conocemos hoy.
Lo que ocurrió fue que, según Robert Noah Calvert, autor de «La historia del masaje», el sistema de Mezger se confundió con el sistema de Ling y, debido a que llegó antes, Ling recibió crédito por el «Sistema de masaje sueco».