Las cremas para masajes las utilizamos como complemento perfecto para facilitar el desplazamiento de las manos y para aumentar el carácter terapéutico del masaje gracias a los efectos analgésicos del producto elegido.
Sin embargo, es de vital importancia que conozcas cuáles son las características de los distintos tipos de cremas, aceites y lociones existentes para que puedas utilizar el producto más adecuado en cada caso.
Índice
Cremas para masajes
Se caracterizan por tener una densidad mayor que la de los aceites. Es posible escoger sus propiedades, siendo las antiinflamatorias, las analgésicas y las de efecto frío o calor las más utilizadas.
Lo más adecuado es que dispongas de diversas opciones, ya que su componente más habitual, la parafina, provoca reacciones alérgicas en algunos tipos de piel.
Para estos casos, debes tener siempre una crema neutra de origen natural. Cada masaje necesita un tipo de crema determinado, por lo que escuchar al cliente es siempre el primer paso para escoger la más adecuada para la sesión.
Aceites para masajes
Debes tener claro que el aceite para masajes y el aceite esencial para masajes no hacen referencia al mismo producto. El primero incluye algunas gotas del segundo, el cual no puede usarse de forma directa, ya que necesita ser diluido previamente.
Su función, en ambos casos, es suavizar la piel sin más efecto sobre el cliente, salvo que el aceite elegido tenga algunas de las propiedades que describimos a continuación. Para escoger la opción más recomendable, deberías tener en cuenta los siguientes factores:
– El nivel de densidad del aceite. Conforme mayor es la densidad, más complicado es el masaje.
– El olor. Podrás escoger entre los de olor neutro o aquellos otros que entran en el terreno de la aromaterapia y que pueden ayudar a tu cliente a sentirse más a gusto durante el masaje. Este factor puede ayudarte a marcar la diferencia, creando un ambiente distinto durante la sesión.
– Sus posibles efectos. También es posible elegir aquellos que presentan cierto efecto analgésico o antiinflamatorio como los que contienen árnica. La lavanda tiene un interesante poder ansiolítico. La rosa mosqueta acelera la cicatrización.
El aloe vera, por su parte, ayuda a eliminar las contracturas. El romero favorece la circulación y la albahaca es muy beneficiosa para combatir los problemas respiratorios, actuando también como un poderoso antiséptico.
Es muy importante que sepas si el cliente tiene algún tipo de alergia alimentaria, ya que se han dado casos de reacciones alérgicas por el uso de aceites de frutos secos. Resulta muy fácil crear diversos aceites de masaje y personalizarlos para ofrecer algo distinto.
Lociones para masajes
Son un híbrido entre las cremas y los aceites. Puedes encontrarlas en el mercado con el nombre de emulsión o leche para masaje. Lo habitual es que sean neutras o que tengan algún tipo de propiedad analgésica o de efecto calor o frío.
Es imprescindible que leas muy bien las propiedades de este tipo de productos para conocer tanto su densidad como su incidencia en el cuerpo del cliente.
El producto más recomendado
Dependerá del tipo de masaje que vayas a dar. Si va a ser intenso para eliminar contracturas y similares, la mejor opción es el aceite. Su uso permite acceder mejor a cada músculo, realizar menos esfuerzo y lograr un resultado más adecuado.
Es esencial que tengas en cuenta que al terminar el masaje hay que retirar el aceite, ya que este genera una película de grasa que puede terminar manchando la ropa o provocando una molesta sensación en el cliente.
Las cremas son recomendables para masajes estéticos o superficiales. Por lo general, se busca más el efecto que la capacidad real que tienen para facilitarnos el trabajo. La piel las absorbe con mayor facilidad, evitando tener que limpiarla tras su uso y logrando que comiencen a sentirse los primeros efectos del producto durante la sesión.
Las lociones son adecuadas para masajes intermedios en los que sea necesario combinar la intensidad con la suavidad. Se adaptan muy bien a todo tipo de necesidades, lo que permite sacarles el máximo partido desde el primer uso.
Dada la inmensa variedad de productos existente en el mercado, lo más aconsejable es que dispongas siempre de un buen surtido para ganar en adaptabilidad y poder ofrecer el mejor servicio posible a cada cliente. Así, contar con varios aceites de masaje personalizados, cremas analgésicas y antiinflamatorias y alguna loción ayuda a atender a cada persona de forma profesional y eficaz.
Aplicación de cremas y aceites
Las cremas para masajes, los aceites y las lociones siguen siendo las mejores herramientas para lograr que los resultados de cada terapia sean mucho más exitosos.
Entendiendo que cada masaje y persona necesita un producto determinado, resulta mucho más sencillo conseguir que cada masaje aumente sus efectos potenciales hasta convertirse en una solución idónea para resolver cualquier problema muscular.
El quiromasaje es una técnica que pretende ser profunda, por lo que un exceso de aceite o crema provocaría que nuestras manos resbalen y no llegar a profundizar todo lo que se desea.
Es recomendable utilizar una espátula, bien desinfectada, para agarrar la crema o aceite directamente del bote. Las cremas, suelen ser sólidas, pero se vuelven líquidas con el calor. De la espátula pasan a las manos y antes de aplicarla sobre el cuerpo, se calienta con la fricción de las manos.
La aplicación y distribución sobre el cuerpo debe ser completa y suave, con cariño.
Si el cliente tiene la piel muy seca, aplicaremos un poco más de crema, tratando de no desconectar con el usuario. Para ello, dejaremos el bote cerca, evitando así tener que desplazarnos en caso de necesitar más loción.
Protección de las manos del quiromasajista
Y es, el uso de cremas, pomadas o geles considerados como medicamento, y cuyo uso debe de ser recetado por el médico, pues bien, con este tipo de productos no es conveniente realizar toda la sesión de masaje.
Hay cosas que se suelen «pasar por alto» o no nos damos cuenta de ellas, y es que si trabajamos durante todo el día con personas que necesitan estos productos, nuestras manos están en contacto con ellos durante mucho tiempo, es posible que esto no afecte a algunas personas, pero también es posible que a otras si.
El método de aplicación de estos productos es: primero se realiza el masaje «normal» que corresponda, y poco antes de finalizar la sesión, se aplica la pomada necesaria, y se termina la sesión con las últimas manipulaciones. Y luego hay que lavarse bien las manos.
Tiendas y fabricantes
Tras esta información, ahora puedes buscar el producto que te hace falta. Lo primero que tienes que saber es qué es lo que quieres o necesitas, luego mirar lo que hay en el mercado y después comparar precios.
Y si todavía tienes alguna duda entra en el foro de quiromasajistas donde encontraras distintas opiniones al respecto.