El masaje para bebés es una tradición universal y milenaria. Son muchas las culturas que integran esta práctica en el cuidado cotidiano de los bebés y niños desde siempre, como demuestran las referencias al masaje infantil encontradas en papiros y jeroglíficos pertenecientes al Antiguo Egipto y en otras sociedades de África y Asia.
Como masajista, ¿conoces el masaje infantil o has participado en su divulgación mediante charlas y talleres?
En este artículo vamos a conocer algunos tipos de masajes para bebés en diferentes culturas alrededor del mundo y que se han ido transmitiendo entre generaciones. Asimismo, constataremos los importantes beneficios del masaje para bebés y niños y su reconocimiento cada vez mayor en nuestra sociedad.
Índice
4 culturas de masaje para bebés
El masaje para bebés aporta muchísimos beneficios a nivel físico y emocional, tanto para el bebé como para la madre, como la comunicación a través del tacto y el fortalecimiento del vínculo con el pequeño. En las culturas africanas, el objetivo del masaje es fortalecer el crecimiento de los niños, mientras que en las culturas asiáticas se enfoca como una vía de conexión entre el bebé y la madre.
Masaje tradicional senegalés para bebés
El masaje tradicional senegalés para bebés consiste en un masaje corporal completo caracterizado por su intensidad.
Las mujeres mayores de las familias son las encargadas de aplicar este masaje al bebe cada mañana y para ello emplean una serie de técnicas vigorosas como los estiramientos, los frotamientos firmes, las sacudidas, golpecitos suaves e incluso suspensiones invertidas y lanzamientos controlados al aire.
Para facilitar las maniobras se emplean aceites típicos de Senegal como el aceite de touloucouna, también conocido como aceite de carapa, empleado en medicina y cosmética por sus propiedades calmantes, nutritivas y reparadoras, y mantecas como la de karité, proveniente del árbol del mismo nombre que crece de forma salvaje en las sabanas africanas.
Este masaje tradicional es un ritual de bienvenida cuya finalidad es integrar al bebé en su nuevo entorno, potenciando su circulación, su sistema nervioso y sus músculos y articulaciones.
Además, a este masaje se le atribuyen efectos positivos para el bienestar emocional, pues se cree que fomenta la inteligencia y disminuye los temores.
Urut Bayi: masaje tradicional malayo para bebés
Este masaje ancestral lleva siglos pasando de generación en generación. Al igual que el masaje tradicional senegalés, el Urut Bayi es un masaje de cuerpo completo, de la cabeza a los pies, y empieza a practicarse a la semana de vida del bebé, realizándolo a diario durante seis meses, aproximadamente.
Generalmente, el masaje se da tras el baño, aprovechando que los poros de la piel están más abiertos y absorben mejor el aceite de coco virgen que se utiliza.
A diferencia del masaje anterior, este masaje malayo pretende generar una sensación de tranquilidad y bienestar que calma al bebé. Otras virtudes de este masaje son la estimulación de la digestión, la mejora del sueño y la prevención de los cólicos.
Tras el masaje se aplica el tunku o tungku, una compresa realizada con una mezcla de hasta veinte hierbas, entre ellas limoncillo, cúrcuma, lima kaffir, alcanfor, mentol, jengibre y tamarindo, que se calienta al vapor hasta que alcanza una temperatura tibia y adecuada a la delicada piel del bebé.
La compresa de hierbas se utiliza sobre todo el cuerpo del bebé, empezando por el abdomen y siguiendo por las piernas, brazos y espalda.
Después se envuelve la zona abdominal con una ligera tela de algodón, el barut, con el fin de transmitir una sensación de calidez y seguridad semejante al útero materno.
Masaje ayurvédico de cuerpo completo para recién nacidos
El masaje ayurvédico es una parte fundamental de la medicina tradicional de la India y del estilo de vida de sus habitantes desde su nacimiento.
El masaje ayurvédico de cuerpo completo para recién nacidos, llamado Navjat Shishu Abhyanga, pertenece al sistema de cuidado neonatal ayurvédico y es una práctica profundamente arraigada en la India, donde comienza a aplicarse tan pronto como el bebé se encuentra estable y sano tras el nacimiento.
Para el masaje se utilizan aceites como el de sésamo o el de bala, un aceite tradicional conocido por promover el vigor y la vitalidad.
El aceite se calienta hasta que está tibio, pues se considera que, al ser parcialmente absorbido por la piel, mantiene al bebé caliente e hidratado, proporcionándole nutrientes esenciales.
Los beneficios atribuidos a este masaje son el fortalecimiento de los huesos, músculos y tendones del bebé, favorecer un sueño reparador y estimular la ganancia de peso y un crecimiento adecuado, además del bienestar emocional debido al contacto físico inherente a la práctica del masaje.
Masaje maorí para bebés
En la tradición del pueblo maorí, originario de Aotearoa, nombre en lengua maorí de Nueva Zelanda, que significa «tierra de la larga nube blanca», la madre y el bebé mantienen la íntima conexión que les ha unido durante el embarazo y, para ello, las mujeres llevan siempre a los recién nacidos en un portabebés a su espalda durante los primeros meses de vida.
El masaje también ocupa un lugar destacado en la cultura maorí, y para las mujeres embarazadas, los recién nacidos y bebés de mayor edad, se practica la modalidad Romi Romi.
Este masaje es practicado por las parteras, en el caso de las mujeres embarazadas, y por la madre tras el baño de su bebé.
Para dar el masaje se utiliza aceite tibio y se presta especial atención a las piernas, rodillas y tobillos para estimular la flexibilidad y la fuerza de las articulaciones del pequeño.
El pueblo maorí concede a este masaje propiedades relajantes y reconfortantes, además de utilizarlo como tratamiento para erupciones cutáneas y problemas respiratorios.
Tras el masaje, las mamás maoríes portan a sus bebés en un muka, un fular elaborado con hojas de lino de Nueva Zelanda, conocido por sus propiedades antibacterianas, que ayuda a mantener adecuadamente abrigado al bebé.
Masaje infantil: una práctica valiosa y necesaria
El masaje infantil ha sido y es objeto de diversos estudios que avalan el óptimo aporte a la salud y el bienestar de los bebés y niños.
Aún estando dentro del útero materno, los bebés perciben el tacto, el primer sentido que desarrolla el feto. Tras el nacimiento, el contacto piel con piel es un poderoso sistema de comunicación entre el bebé y sus padres o cuidadores.
Los beneficios del masaje infantil son muchos, tanto a nivel físico como emocional, y atañen tanto al bebé como a la persona que da el masaje, creando y fortaleciendo un vínculo de cuidado y protección.
El masaje para bebés y niños fortalece el sistema inmunológico, contribuye a un descanso reparador, tonifica los músculos y aporta flexibilidad a las articulaciones, promueve la conciencia del esquema corporal y favorece el desarrollo emocional y psicológico.
En este artículo hemos conocido algunos de los masajes para bebés en otras culturas. En nuestro entorno más cercano, es importante concienciar a los padres y cuidadores acerca de esta beneficiosa práctica en el cuidado cotidiano de los bebés y niños.
Nada más profundo que la piel” (Paul Valery. Poeta, ensayista y dramaturgo francés)
