El vendaje neuromuscular es una técnica para mantener la movilidad articular existente y, por lo tanto, la actividad muscular, evitando así la hipertrofia contra la cual luchamos diariamente, además de ayudar a aumentar la movilidad y el tono muscular.
El vendaje neuromuscular, también conocido como kinesiotaping, es un dispositivo terapéutico diseñado para facilitar el proceso de curación natural del cuerpo permitiendo apoyo y estabilidad a los músculos y las articulaciones sin restringir el alcance del movimiento del cuerpo.
El vendaje neuromuscular es un método fácil de usar en quiromasjae y con principios claros para lo que nunca debe reemplazar otras vendas o implementarse en fases de tratamiento que no están indicadas. Es un método excelente para trabajar en rehabilitación funcional, prevención y tratamiento de lesiones.
El uso de estos vendajes por deportistas profesionales en los últimos años ha tenido un efecto en los medios utilizados por deportistas de todas las categorías.
Hoy en día, diferentes profesionales de la salud utilizan vendajes neuromusculares con el objetivo de ayudar al cuerpo a curarse sin la necesidad de inmovilizaciones (tanto musculares como articulares).
Índice
Efectos del vendaje neuromuscular
Los efectos fisiológicos del vendaje neuromuscular son:
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- Reducción del dolor (analgésico).
- Aumento de la circulación linfática y sanguínea.
- Reducción de la fatiga muscular y modulación del tono muscular.
- Mejora la interrelación entre las fascias.
- Mejora de la postura.
- Mejora de la propiocepción articular.
Características de las tiras
Las tiras específicas para la aplicación del vendaje neuromuscular son especiales por varios factores. Por una parte, las tiras que se utilizan para este tipo de vendaje son de tejido elástico, lo cual permite variar su grado de tensión, de tal forma que se podrán variar también sus aplicaciones.
Además, su elasticidad longitudinal llega a ser hasta del 175%. Esto impide que los músculos se sobre estiren o se acorten demasiado al aplicar el vendaje.
Por otra parte, una vez separada del papel protector, su grosor, elasticidad y peso es parecida a la de la piel humana. Además, estas tiras son permeables, por lo que permiten la transpiración, y ello sin que se despegue.
Cabe destacar que la superficie de las tiras que se adhiere a la piel no es lisa, sino que presenta ondulaciones en forma de S. Esto facilita y promueve la formación de circunvoluciones o arrugas al aplicar los vendajes sobre la piel.
Además, las tiras usadas en el vendaje neuromuscular son suaves, no llevan látex, son hipoalergénicas, duran colocadas entre 3 y 5 días, no llevan ningún tipo de medicamento y son resistentes al agua.
Cómo aplicar el vendaje neuromuscular
El vendaje neuromuscular debe colocarse siempre sobre la piel estirada. Además, Los anclajes siempre deben adherirse sin tensión. En caso de sujeto con alteraciones en la sensibilidad de la piel, no dar excesiva tensión a la venda para evitar rozaduras o irritaciones.
Por otra parte, nada más colocar la venda hemos de frotarla para activar el adhesivo mediante el calor que se genera para garantizar una mayor durabilidad del vendaje. Se puede aplicar spray adherente para aumentar la adherencia, aunque no es recomendable, pues altera la elasticidad natural de la piel.
Es importante controlar la medida del estiramiento al colocar la tira del vendaje neuromuscular. Esto se debe que con un estiramiento erróneo se puede obtener un efecto nulo.
Contraindicaciones
No se debe aplicar un vendaje neuromuscular en ninguno de los siguientes casos:
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- Sobre cicatrices o heridas.
- En caso de trombosis (ya que el vendaje neuromuscular produce estimulación de la circulación, por lo cual se corre el peligro de desplazar un trombo existente).
- En caso de traumatismo severo.
- Si hay edemas por problemas cardíacos o linfáticos (para no provocar un aumento de la circulación).
- Si hay carcinomas o metástasis (para no provocar un aumento de la circulación).
- En zonas irritadas.
- En caso de diabetes (ya que la aplicación del vendaje puede alterar la necesidad de insulina).
Así es como el kinesiotaping complementa el quiromasaje
El quiromasaje es una técnica manual que trabaja sobre los tejidos blandos con el objetivo de aliviar tensiones, mejorar la circulación y promover la relajación muscular. Sin embargo, sus efectos pueden disiparse con el tiempo, especialmente en pacientes con lesiones recurrentes o patologías crónicas. En estos casos, el kinesiotaping actúa como un refuerzo terapéutico que prolonga los beneficios del masaje y acelera la recuperación del tejido afectado.
Una de las formas en que el kinesiotaping complementa el quiromasaje es prolongando el alivio del dolor. Mientras que el masaje libera las tensiones y mejora la circulación, el vendaje neuromuscular mantiene este efecto al reducir la presión sobre los receptores del dolor y favorecer el drenaje linfático.
Otro aspecto clave es su capacidad para mantener el equilibrio muscular. Tras un masaje, ciertos músculos pueden necesitar soporte para evitar volver a su estado de tensión inicial. El kinesiotaping proporciona un estímulo constante que ayuda a estabilizar la musculatura y prevenir desequilibrios posturales.
Además, el kinesiotaping ofrece un soporte articular funcional, permitiendo que la articulación tratada mantenga su estabilidad sin limitar el movimiento. Esto es fundamental en la recuperación de lesiones como esguinces o tendinitis, donde la movilidad controlada es esencial para una recuperación óptima.
En conjunto, la combinación de quiromasaje y kinesiotaping no solo mejora la recuperación, sino que también previene recaídas y favorece un proceso de rehabilitación más eficaz.
Aplicaciones conjuntas del quiromasaje y kinesiotaping
La combinación de quiromasaje y kinesiotaping se puede aplicar en diversas situaciones para mejorar la rehabilitación de lesiones. Cada técnica aporta beneficios específicos, y juntas permiten abordar los problemas musculares y articulares desde un enfoque integral.
Uno de los usos más comunes es en el tratamiento de contracturas y puntos gatillo. El quiromasaje ayuda a liberar la tensión acumulada en los músculos, mientras que el kinesiotaping prolonga los efectos relajantes del masaje y evita que la contractura se reactive.
En la recuperación post-ejercicio, la combinación de ambas técnicas es muy efectiva. Tras una sesión intensa de actividad física, el quiromasaje reduce la fatiga muscular y estimula la circulación. Aplicar kinesiotaping después ayuda a prevenir inflamaciones y facilita la eliminación de sustancias de desecho como el ácido láctico.
Otro campo en el que esta combinación es útil es en la corrección postural. Muchos problemas musculares tienen su origen en descompensaciones posturales. El quiromasaje libera las tensiones que generan posturas incorrectas, y el kinesiotaping proporciona un recordatorio constante al cuerpo para mantener una alineación más adecuada.
Por último, en la rehabilitación de lesiones deportivas, la combinación de masaje y vendaje neuromuscular ofrece un enfoque terapéutico completo. El quiromasaje facilita la recuperación del tejido dañado, mientras que el kinesiotaping aporta estabilidad y soporte sin limitar la movilidad, y así permite una vuelta progresiva a la actividad física.