El uso continuado de ordenadores, tabletas y teléfonos móviles es la causa de lesiones neuromusculoesqueléticas cada vez más frecuentes y a más temprana edad. Cefaleas, dolor de cuello y hombros, manos y dedos rígidos son solo algunas de las manifestaciones de este tipo de lesiones.
Te contamos cuáles son las más habituales y cómo podemos prevenirlas y aliviar sus molestias.
Índice
Qué son las enfermedades tecnológicas
Bajo la denominación de enfermedades tecnológicas se engloban las diversas patologías asociadas al uso y abuso de las soluciones tecnológicas (móvil, tableta, ordenador).
Se trata de enfermedades tanto físicas como psicológicas. Entre estas últimas destacamos la tecnofilia o dependencia de la tecnología y la nomofobia, nombre que recibe la adicción al móvil y las consecuencias de la abstinencia de su uso cuando, por ejemplo, se pierde o se queda sin batería.
En este artículo nos centramos en las consecuencias del uso de la tecnología en el aparato musculoesquelético.
Principales lesiones neuromusculoesqueléticas debidas al abuso tecnológico
Según el informe del Estado Móvil 2022 que ha publicado la compañía de análisis App Annie, el uso medio del teléfono móvil fue de 4,8 horas diarias por persona en 2021. A ello hay que sumarle las horas ante la pantalla del ordenador que pasan una gran parte de esas mismas personas en su jornada laboral o lectiva. Las consecuencias en nuestras estructuras corporales están llenando las consultas de traumatología y son causa de numerosas bajas laborales.
El uso abusivo de la tecnología tiene especial incidencia en los niños y adolescentes, que empiezan muy pronto a padecer rigidez en los dedos, dolor de cuello y cefaleas como consecuencia de las horas que pasan con el móvil y otros dispositivos. Síntomas que darán lugar a futuras patologías en la edad adulta.
- Una de las principales lesiones se debe a mantener el cuello doblado para mirar o escribir en la pantalla del móvil, tanto al andar como, por ejemplo, al estar parado en un andén o en el transporte público. La tensión excesiva en el cuello y los hombros provoca una sobrecarga en la musculatura cérvico escapular.
- A consecuencia de esa misma postura, se da una contracción mantenida de los músculos suboccipitales que produce dolores de cabeza y sensación de mareo. El dolor nucal puede derivar en una neuralgia occipital por la inflamación de los nervios occipitales que da paso a cefaleas intensas con pinchazos y sensación de presión en los globos oculares y en los oídos por la activación de puntos gatillo miofasciales.
- El “síndrome del ordenador” es otra de las patologías más comunes que comparte gran parte de la población, desde quienes pasan ocho horas diarias frente a una pantalla hasta los gamers que acumulan incontables horas ante el monitor. Este síndrome se caracteriza por provocar dolor de espalda y contracturas debido al mantenimiento de posiciones rígidas e inestables que causan tensiones asimétricas y alteraciones en determinadas partes de la columna vertebral. Otras consecuencias que implica el llamado síndrome del ordenador son tendinitis, sequedad ocular y retención de líquidos.
- La debilidad e inhibición de la musculatura estabilizadora del tronco y la columna vertebral, responsable de una óptima postura corporal, es otra importante consecuencia de estos perniciosos hábitos que compromete la funcionalidad y capacidad normal de movimiento, aumentando el riesgo de lesiones en las vértebras.
- Dolor, rigidez y hormigueo de dedos y manos. Los dedos más afectados son los pulgares debido a su uso continuado al escribir o manipular las pantallas táctiles de los smartphones. A su vez, el uso del ratón del ordenador es el culpable de muchas epicondilitis.
La tendinitis de Quervain, el síndrome del túnel carpiano, la cervicalgia y la epicondilitis ocupan los primeros puestos en la escala de las lesiones tecnológicas.
A modo de experimento, la empresa estadounidense TollFreeForwarding.com, proveedor internacional de telecomunicaciones, creó a Mindy, un modelo 3D de un humano del año 3000, que presenta alteraciones evolutivas debidas al uso continuado de la tecnología. Acierten o no, lo cierto es que las posturas antinaturales y las acciones repetitivas a las que sometemos a nuestros huesos, músculos y articulaciones empiezan a pasarnos factura.
Por qué suceden estas lesiones y primeros síntomas de alerta
Todos conocemos las causas de estas lesiones: movimientos repetitivos durante largos periodos de tiempo y posturas inadecuadas. Los primeros síntomas en las extremidades superiores son los dolores musculares en los brazos y los hormigueos en las manos debidos a la inflamación de tendones y la afectación de los nervios.
En el caso del cuello y la espalda, el dolor y la sobrecarga de las zonas cervicales son los primeros síntomas que desembocan en contracturas para ir agravándose con el tiempo.
Medidas de prevención ante las lesiones tecnológicas
La prevención de este tipo de lesiones es simple: usar los dispositivos con mesura y vigilar la postura. No obstante, son pocas las personas que lo hacen. En el día a día, nos dejamos llevar por la inercia del trabajo, el estudio o el ocio con el ordenador o los dispositivos móviles y ni siquiera somos conscientes del tiempo o la postura hasta que empezamos a notar dolor y falta de funcionalidad.
- Mantener una buena postura es básico para prevenir dolores y problemas de espalda, tanto en la zona lumbar como cervical. Para ello, es necesario sentarse adecuadamente en una silla con respaldo que permita mantener la curvatura natural de la columna, tener la pantalla del ordenador a la altura de los ojos para evitar inclinaciones forzadas del cuello de forma mantenida y no usar el móvil alojado entre la oreja y el hombro.
- Hacer descansos y aprovechar para estirar y mover el cuello y los hombros (movimientos de flexión y extensión del cuello, lateralización y rotación de la cabeza, elevación y descenso de los hombros y rotaciones hacia adelante y hacia atrás).
- Realizar estiramientos de las articulaciones de manos y dedos.
- Intentar no permanecer en la misma postura un largo periodo de tiempo, tanto el cuello y la espalda como los brazos, manos y dedos.
- Buscar solución en cuanto se noten las primeras molestias y ser conscientes de la higiene postural evitará problemas más graves a futuro.
Terapias manuales para prevenir lesiones neuromusculoesqueléticas
Las diferentes terapias manuales proporcionan un cuidado y mantenimiento del sistema musculoesquelético que alivian y corrigen tensiones y disfunciones que nos causan dolor e impiden una total funcionalidad.
Acudir de forma periódica a un profesional de las terapias manuales es la mejor forma de restaurar nuestro bienestar y aprovechar los múltiples beneficios de estas disciplinas para el cuerpo y la mente.
- Tanto para prevenir como para aliviar las molestias si ya se han manifestado, el quiromasaje es una de las herramientas más efectivas para evitar agravar la situación. El quiromasaje disminuye la tensión muscular acumulada, relajando el cuello y la espalda con lo que ganamos movilidad y funcionalidad.
- Las técnicas de liberación miofascial combaten las restricciones de la fascia y los músculos implicados que impiden el correcto movimiento fisiológico.
- Las diferentes técnicas manipulativas de la osteopatía son muy eficaces para conseguir restaurar la movilidad y el equilibrio postural.
¿Recuerdas a Mindy? Depender menos de los dispositivos tecnológicos (al menos en nuestro tiempo de ocio) es el primer paso para evitar parecernos a ella y sufrir dolor y falta de funcionalidad.
Cuidar nuestro cuerpo y mente de forma natural e íntegra es posible con unos sencillos hábitos de alimentación sana, actividad física moderada, descanso y el uso de terapias manuales y naturales.
Se ha vuelto terriblemente obvio que nuestra tecnología ha superado nuestra humanidad. «
Albert Einstein – Físico alemán (1879-1955)