El masaje de tejido profundo es un tipo específico de masaje cada vez más demandado. Las malas posturas, el estilo de vida sedentario, el exceso de esfuerzo físico o el ejercicio mal practicado y el estrés nos causan los famosos “nudos” musculares que, si no se trabajan, pueden cronificarse y no dejarnos vivir ni de día ni de noche.
Es un masaje destinado a aliviar el dolor y, por tanto, su aplicación ayuda también a mitigar el dolor asociado con dolencias como la fibromialgia o la artrosis.
Índice
Qué es el masaje de tejido profundo
El masaje de tejido profundo es un tipo de masaje enfocado en trabajar de las estructuras más profundas del tejido muscular y la fascia con el fin de liberar la tensión acumulada en estas estructuras provocando dolor crónico y rigidez.
La técnica de masaje de tejido profundo fue desarrollada en 1.949 por unos médicos canadienses que buscaban aliviar el dolor crónico y ayudar a la recuperación de lesiones de tejidos blandos.
Para quien está más indicado este tipo de masaje
Este masaje es muy efectivo para todos aquellos que practican deporte de manera regular, personas aquejadas de dolor miofascial crónico y personas sometidas a estrés que lo somatizan con contracturas y malos hábitos posturales.
Este tipo de masaje no puede efectuarse sin consentimiento médico cuando la persona presenta una predisposición a la formación de coágulos de sangre ni tampoco si se está aquejado de osteoporosis.
Asimismo, evitaremos aplicar este masaje en zonas infectadas o ante la presencia de hematomas o erupciones cutáneas. Por supuesto, contemplaremos las contraindicaciones propias de la terapia de masaje.
Cómo se lleva a cabo un masaje de tejido profundo
El masaje de tejido profundo está especialmente indicado para trabajar sobre estructuras tensionadas que presentan adherencias y nudos causantes de dolor y malestar continuos que pueden llegar a ser muy invalidantes.
Se trata de un masaje lento en el que se ejerce presión progresiva para conseguir llegar hasta los tejidos fasciales y musculares profundos. Tras un calentamiento muscular previo efectuado con toques ligeros, el quiromasajista lleva a cabo técnicas de amasamiento, profundizando y relajando el tejido capa a capa.
La presión e intensidad del masaje dependen de la tensión acumulada en las estructuras que se trabajan y de la sensibilidad del paciente.
En función de la zona que se trabaja y el estado del tejido el terapeuta utilizará su propio peso y diferentes partes del cuerpo como los dedos, nudillos, codo, antebrazo o puño siempre vigilando su propio esfuerzo postural.
Durante la práctica del masaje, el quiromasajista consigue ir distendiendo y estirando los tejidos, aliviando el dolor y logrando una liberación miofascial que desencadena un incremento de la producción de las hormonas dopamina, serotonina y endorfina. Todo ello se traduce en un mayor bienestar general que reduce la ansiedad ligada al dolor continuado.
Recomendaciones tras recibir una sesión de masaje de tejido profundo
La mayoría de personas que reciben este masaje sienten de inmediato un reconfortante alivio que se acrecienta en las posteriores sesiones; al día siguiente, pueden notarse algunas molestias debido a la expulsión de ácido láctico de los tejidos. Para atenuarlas, podemos seguir estas recomendaciones:
- Hidratarnos adecuadamente bebiendo suficiente agua
- Pautar las sesiones estableciendo días de descanso entre ellas
- Aguardar de doce a veinticuatro horas antes de volver a realizar ejercicio o algún tipo de esfuerzo que demande la musculatura trabajada
Es importante entender que, normalmente, el masaje de tejido profundo logra ser efectivo tras varias sesiones al tratarse de un trabajo lento y profundo que no puede realizarse de forma precipitada.
Beneficios del masaje de tejido profundo
La acción de las manos del quiromasajista sobre el tejido desencadena una respuesta consecuencia del vínculo entre el sistema nervioso central y el sistema musculoesquelético, especialmente agradecida cuando se recibe este tipo de masaje.
El masaje de tejido profundo mitiga la tensión muscular con el consiguiente alivio mental o, dicho de otro modo, respira el tejido y respira la mente.
A continuación, te detallamos algunos de los beneficios de esta terapia de quiromasaje.
- Alivio del dolor como hemos mencionado en varias ocasiones a lo largo del artículo
- Mejora de la movilidad muscular y aumento del rango de movimiento
- Relajación y disminución del estrés y la ansiedad
- Contribuye a la recuperación tras la práctica deportiva y al aumento del rendimiento
- Mejora de la calidad del sueño al aliviar el dolor constante
Son muchas las personas acostumbradas a convivir durante meses y años con dolores llevaderos que se dan como “normales” en el día a día. Incorporar una terapia de masaje no es un lujo ni tampoco debe concebirse como un regalo ocasional para el cuerpo y la mente. La rutina en su práctica, una vez a la semana o cada quince días, ayuda a mantener el tejido muscular oxigenado, nutrido y elástico evitando la aparición de contracturas.
Si ese no es nuestro caso, y las “molestias” ya se han convertido en tensión inaguantable y dolor crónico, el masaje de tejido profundo es una técnica que nos ayuda mucho a recuperar una mejor condición física con su correspondiente beneficio psicológico.
Nunca pospongas tu masaje para mañana si puedes recibirlo hoy. – Thomas Jefferson