La disciplina de Reiki se engloba en el conjunto de las denominadas terapias energéticas, basadas en la existencia de una fuerza vital universal que existe en todo el universo, incluidos nosotros mismos.
La palabra reiki es un vocablo japonés compuesto por los kanji |rei| (alma, espíritu, deidad) y |ki| (energía, fuerza, vitalidad).
Reiki es una vibración energética sanadora, una técnica de desbloqueo y canalización del flujo de la energía vital a través de la imposición de las manos. Con ello, se reactiva el sistema inmunológico y se estimula la capacidad de sanación del cuerpo.
Índice
Origen de la terapia de Reiki
El método Reiki fue desarrollado en 1922 por el monje zen Mikao Usui tras un retiro espiritual en que redescubrió esta milenaria técnica de sanación. Usui fundó la Usui Reiki Ryoho Gakkai la asociación y escuela de Reiki tradicional en Tokio, para establecer un sistema de transmisión y difusión de esta disciplina.
Mikao Usui estableció una pauta vital basada en cinco principios, cinco símbolos fundamentales y 125 poemas extraídos de los 100000 que escribió el emperador Mutsuhito, conocido por su nombre póstumo como Meiji Tennō. Asimismo, estableció las ceremonias de iniciación para capacitar a los nuevos practicantes de Reiki.
Los cinco principios del Reiki (Gokai) conforman la base ética del Reiki como filosofía de vida y práctica diaria, centrándose en el momento presente y soltando pasado y futuro. Por ello su recitado comienza diciendo kyô dake wa (tan solo por hoy). Son los siguientes:
- ikaruna (no te enfades)
- shin pai suna (no te preocupes)
- kan sha shite (sé agradecido)
- gyô-o hageme (cumple tus obligaciones/trabaja diligente y honradamente)
- hito ni shinsetsu ni (sé amable con todos los seres)
Usui decía que para curar el cuerpo, primero hay que curar el alma. Enseñaba estos principios a sus pacientes y les pedía que los repitieran cada día varias veces, sobre todo al despertar y al acostarse. La práctica de los Gokai consigue cambiar la actitud ante la vida e iniciar un camino de sanación logrando un bienestar total y la conexión con lo que realmente somos.
Los símbolos fundamentales de Reiki tienen orígenes en diferentes religiones orientales.
- Cho ku rei. Símbolo de la energía física. Acrecienta los efectos del resto de símbolos y aumenta la energía. Su origen se encuentra en el shugendô y el sintoísmo.
- Sei hei ki: Símbolo de las emociones que afectan el alma. Conecta mente y cuerpo y sirve para desbloquear el flujo de energía. Su origen está en el budismo.
- Hon sha ze sho nen. Símbolo de la conexión a distancia. Se encuentra en el taoísmo.
- Dai ko myo. Símbolo de la esencia de la luz divina. Pertenece al tercer nivel de reiki, la maestría. Es de origen budista.
- Raku. Símbolo de la iluminación. Se utiliza solo en ceremonias especiales.
Los símbolos Reiki son considerados símbolos sagrados que el estudiante de Reiki aprende a activar cuando accede al segundo nivel de aprendizaje, los tres primeros, y en el tercer nivel, los dos siguientes. Representan el conocimiento que se va adquiriendo con la concentración, la constancia en el estudio y la meditación.
Aplicaciones de la terapia de Reiki
La disciplina Reiki está reconocida por la Organización Mundial de la Salud desde 1995 como terapia complementaria de sanación. Reiki considera al individuo de forma integral (físico, mental, emocional y espiritual) para poder recuperar el equilibrio en el flujo de energía. Es aplicado en muchos hospitales de todo el mundo como apoyo en la mejora de diversas sintomatologías, la reducción de los efectos secundarios de tratamientos oncológicos o para incrementar su resultado.
Algunas de las patologías en las que se emplea y se estudia su efectividad son:
- En lesiones óseas y musculares, para estimular el proceso de cicatrización, la inflamación de esguinces o las soldaduras de huesos.
- En los tratamientos oncológicos, para conservar la fuerza física necesaria en los procesos de quimioterapia.
- En infecciones, para reforzar el sistema inmunológico.
En los tratamientos para la depresión o la ansiedad, con el fin de restablecer el equilibrio energético.
Beneficios de la terapia de Reiki
El reequilibrio de la energía vital y el desbloqueo del flujo correcto es la clave para reducir el dolor físico y emocional. Estos son los beneficios atribuidos a la práctica de Reiki:
- Refuerza el sistema inmunitario
- Mejora las funciones metabólicas
- Mejora la autoestima.
- Incrementa la capacidad de concentración
- Ayuda a un buen descanso y mejora el insomnio
- Complementa los tratamientos de las migrañas, el dolor menstrual o los desórdenes alimenticios.
¿Cómo es la terapia de Reiki?
La práctica de Reiki se fundamenta en la transmisión o entrega de energía (ki) entre un emisor o canal y un receptor con el fin de desbloquear el flujo energético vital y, con ello, restablecer el equilibrio en el organismo y obtener los beneficios antes citados.
La práctica se realiza con la imposición de las manos en diversos puntos. El practicante de Reiki utiliza de doce a quince posiciones distintas de las manos que mantiene de dos a cinco minutos para direccionar la energía y eliminar los bloqueos.
Reiki puede practicarse en diversos lugares como consultas, hospitales u hogares particulares y no es necesario desvestirse, aunque si descalzarse. La duración de una sesión de Reiki oscila entre 30 y 90 minutos.
¿Quién puede practicar Reiki?
Para ser practicante de Reiki es necesario formarse en esta técnica. La capacitación en la manipulación y reconducción de la energía vital junto a la práctica constante consiguen proporcionar al receptor los beneficios de la disciplina.
El estudio de Reiki se estructura en cuatro niveles:
- Shoden (primer nivel).
- Okuden (segundo nivel)
- Shinpiden (tercer nivel)
- Maestría
Tras completar el primer nivel, el estudiante puede autopracticarse el Reiki o aplicarlo a otras personas.
Reiki es totalmente compatible con cualquier tratamiento o medicación que reciba el receptor. Reiki despierta y refuerza las defensas del cuerpo y restablece el equilibrio, favoreciendo la recuperación y promoviendo la sanación.
El Universo entero existe en mi interior, y yo me encuentro en el Universo y soy parte de él.”
(Mikao Usui Sensei)