Muchas personas acuden al quiromasajista debido al dolor que sienten en los hombros. En muchos casos, los problemas en los hombros causan incapacidad e incluso están implicados en otras dolencias.
La cuestión es que la articulación glenohumeral (una de las articulaciones del hombro) es una región muy compleja desde el punto de vista biomecánico, entre otros motivos, porque es la que mayor rango de movimiento tiene en el cuerpo. Además, en su movimiento están implicados muchos tejidos blandos. De hecho, algunas patologías en estos tejidos son las responsables de los dolores sufridos en los hombros.
Índice
La biomecánica del hombro
El hombro está compuesto por cuatro articulaciones (glenohumeral, acromioclavicular, escapulotorácica y esternoclavicular). La articulación glenohumeral (cuyos huesos principales son la escápula y el húmero) tiene seis grados de libertad y es la articulación más móvil del cuerpo humano, lo que permite que la mano alcance una amplia gama de posiciones. La movilidad la asumen 18 músculos que actúan en sinergia. Además, es importante entender que la articulación glenohumeral tiene las características de una articulación activa que no soporta peso.
Los tejidos blandos que se adhieren a los huesos del hombro son cruciales para los movimientos complejos del hombro. Esto se debe a que alrededor de la escápula se adhieren esos 18 músculos que acabamos de mencionar.
También juegan un papel clave en numerosas patologías los ligamentos que unen los huesos de toda la cintura escapular. Para funcionar normalmente, el hombro necesita que todas las estructuras anatómicas funcionen en cadena.
Por otra parte hay que considerar la importancia de la región subacromial, una zona del hombro que es particularmente importante en varias patologías de tejidos blandos. El síndrome del hombro doloroso está relacionado con problemas en esta zona.
También es importante considerar la propia mecánica del hombro; es decir, sus movimientos y la implicación de otras estructuras. Por ejemplo, muchos movimientos requieren la coordinación de dos o más áreas.
Esto quiere decir que si alguna de las áreas que se tienen que complementar con el hombro están débiles, lesionadas o en mala posición, el hombro tendrá que hacer más esfuerzo, lo cual puede favorecer la lesión del propio hombro.
Problemas con el masaje de hombro
Ciertas patologías del hombro pueden dar lugar a calcificaciones. Las calcificaciones en los hombros son muy habituales, y no solo provocan dolor, sino también limitaciones importantes en el movimiento.
Este tipo de problemas no responden bien a los tratamientos de masaje, sea del tipo que sea. El motivo es que las calcificaciones no se pueden deshacer con el masaje e interfieren en los movimientos. De hecho, el masaje puede resultar, en algunos casos, muy doloroso.
Este es uno de los motivos por los que, antes de iniciar un tratamiento en los hombros, es importante contar con datos médicos que descarten lesiones de este tipo. Las calcificaciones se pueden quitar de varios modos. Si es muy grande, es posible que requiera cirugía. Si no, se pueden probar tratamientos como las ondas de choque.
Otros problemas del hombro, como los pinzamientos, también pueden ser muy difíciles de tratar con masajes. El problema es que el acceso a la zona es muy complicado, y hay una parte la que no se puede llegar. En estos casos el masaje puede ayudar a abordar parte de las molestias con masajes en los músculos de la cintura escapular, pero nada más.
Otra cuestión que hay que tener en cuenta es que el dolor del hombro puede tener otro origen, como la debilidad muscular. En estos casos, los esfuerzos deben ir encaminados a fortalecer esos músculos.