El drenaje linfático manual post-operatorio o post-quirúrgico (DLMPQ) es un valioso recurso para acelerar la recuperación del paciente tras una cirugía, logrando que este proceso sea más corto y cómodo. El DLMPQ es siempre recomendable tras una intervención quirúrgica, no solo en el ámbito de la cirugía estética, sino también en cirugías maxilofaciales o postraumáticas.
En muchas intervenciones, el procedimiento quirúrgico interrumpe la circulación natural por el circuito linfático e impide la eliminación de las toxinas y desechos, dando lugar al edema en el área afectada. El DLMPQ es la técnica que permite reconducir la circulación linfática poder eliminar el exceso de líquido retenido en los tejidos corporales.
Índice
¿Por qué se produce el edema tras la cirugía?
La inflamación tras la agresión que supone cualquier intervención quirúrgica es un proceso natural ante la alteración de las barreras naturales que mantienen aislado el medio interno del externo, exponiendo moléculas que, en condiciones normales, no se encuentran en el ámbito extracelular.
A través de determinados receptores, las células del sistema inmune, junto a otro tipos de células, reconocen estas moléculas y las señales asociadas al daño celular o tisular. Se inicia entonces una respuesta inflamatoria aguda con la producción de citocinas proinflamatorias, unas proteínas mensajeras que se encargan de inducir cambios en los sistemas vascular y conectivo con el fin de liberar los factores encargados de reclutar las células y los mediadores químicos necesarios para reparar el tejido dañado.
Es un proceso complejo en el que se provoca la muerte de las células dañadas (apoptosis) y el comienzo de un proceso de organización del tejido conectivo dañado (cicatrización) mediante la activación, entre otras células, de los macrófagos, responsables de fagocitar restos celulares, y de los fibroblastos, encargados de producir matriz extracelular para reparar los tejidos.
Una de las consecuencias de la respuesta del organismo ante la agresión que supone toda intervención quirúrgica es la vasodilatación y el incremento de la permeabilidad vascular que causan la salida de líquido y proteínas del torrente sanguíneo al espacio extravascular, dando lugar al edema. Los mediadores químicos ocasionan una contracción celular para dejar un mayor espacio entre las células que permita la llegada de los leucocitos a la zona de la lesión.
Drenaje Linfático Post-quirúrgico tras una cirugía
Los beneficios del drenaje linfático manual han convertido este tipo de masaje en uno de los más demandados por su acción antiedematizante, relajante y analgésica. En el caso del DLMPQ se logra reducir la inflamación y eliminar las toxinas y los restos de medicamentos, anestesia y suero utilizado durante la intervención quirúrgica.
Estos son los beneficios de la aplicación del drenaje linfático post-quirúrgico:
- Elimina toxinas y desechos metabólicos (restos de células muertas, proteínas, agua, grasas, sales, bacterias).
- Elimina restos de medicación.
- Estimula el proceso de reabsorción del edema y los hematomas.
- Favorece la regeneración tisular, incluidos los capilares y los vasos linfáticos dañados durante la cirugía.
- Reduce la posibilidad de fibrosis en la cicatriz por desarrollo excesivo de tejido conectivo fibroso.
- Mejora la recuperación de sensibilidad en la piel.
- Acorta la duración del periodo post-operatorio.
- Disminuye las molestias y el dolor.
- Tiene un efecto sedante sobre las terminaciones nerviosas.
¿Cómo se practica el drenaje linfático manual post-quirúrgico?
El drenaje linfático se caracteriza por las maniobras suaves y sutiles, aplicadas de una manera determinada y en un orden específico con el fin de conducir el líquido linfático hacia la zona de desagüe.
La práctica del DLMPQ está condicionada a cada usuario y tipo de intervención. Estos son los principales puntos a tener en cuenta:
- En el drenaje linfático post-quirúrgico no existe un protocolo establecido, pues se trabaja en función de la incisión, la cicatriz, practicada. Lo ideal es empezar la práctica del DLMPQ cuantos antes, a las 24/48 de la intervención, aunque siempre es el cirujano quien da el consentimiento y establece la pauta.
- En muchas intervenciones de cirugía estética, el paciente sale del quirófano con algún tipo de prenda o vendaje compresivo. El DLMPQ puede realizarse sobre estás prendas sin problema.
- Si es posible, es importante hablar con el cirujano para establecer cómo ha sido la intervención y saber dónde está la agresión para buscar la zona ganglionar más cercana para drenar. El sentido de las maniobras es el del DLM.
- En el DLMPQ, las maniobras serán grandes, usando toda la mano si es posible, en función de la zona a tratar.
El DLMPQ requiere una práctica precisa con una mínima movilización de la piel. El linfoterapeuta especializado en post-operatorio conoce la anatomía y la fisiología del sistema linfático y las maniobras y manipulaciones para estimular y guiar el flujo linfático, a través de los canales adecuados hasta la zona de desagüe.
El cirujano es también quien determina el número de sesiones y la frecuencia. Lo más habitual es realizar entre diez y veinte sesiones, dos o tres veces por semana, con un descanso mínimo de 24 horas entre cada una de las sesiones. Es muy recomendable realizar tres o cuatro sesiones antes de la cirugía para optimizar el estado de la piel.
¿En qué cirugías está indicado?
El DLMPQ debe aplicarse en las siguientes cirugías:
- Lifting frontal
- Blefaroplastia
- Rinoplastia
- Liposucción y lifting del mentón
- Lifting facial completo
- Lifting de brazos
- Cirugía del túnel carpiano
- Prótesis de hombro y lesiones del húmero
- Aumento de mamas (vía mamaria y vía axilar)
- Reducción de mamas
- Ginecomastia
- Mastectomía (parcial o total) sin o con extirpación ganglionar
- Liposucción abdominal
- Abdominoplastia
- Lifting de muslos
- Lifting y liposucción de la cara interna de la rodilla
- Liposucción de glúteos
- Prótesis de glúteos
El drenaje linfático post-quirúrgico también está indicado en los casos de falla o malformación del sistema linfático (linfedema y lipedema); hematomas causados por luxaciones; tirones musculares; implantes dentales; dolor de muelas y sinusitis, entre otras afecciones.
El terapeuta profesional especializado en drenaje linfático manual y en DLM post-quirúrgico está formado para actuar en todos estos casos, acelerando la recuperación del paciente y su retorno a la vida cotidiana.
“Hemos llegado a comprender y conocer que la Linfa, este jugo de la vida, rica fuente nutritiva, completamente olvidada, debería ser la base anatómica y fisiológica de todos los tratamientos fisioterapéuticos del organismo a nivel Médico y Estético.”
(Frase pronunciada por el Dr. Emil Vodder en 1957 durante un congreso médico en Viena)