La termoterapia implica el uso de calor para aliviar el dolor muscular o la rigidez. La termoterapia o terapia de calor no solo reduce el dolor leve sino que también es muy relajante.
Debido a que el calor puede penetrar varios centímetros debajo de la piel, esta forma de terapia puede acelerar los procesos de curación bioquímicos. La termoterapia también puede ser buena para aliviar el dolor después de hacer deporte o hacer ejercicio.
Índice
Efectos terapéuticos del calor
La termoterapia se usa habitualmente mente con fines de rehabilitación. Los efectos terapéuticos del calor incluyen:
-
- Aumento de la extensibilidad de los tejidos de colágeno.
- Disminución de la rigidez articular.
- Reducción del dolor.
- Alivio de espasmos musculares.
- Reducción de la inflamación y el edema.
- Ayuda en la fase de curación post aguda.
- Aumento del flujo sanguíneo (el aumento del flujo sanguíneo al área afectada proporciona proteínas, nutrientes y oxígeno para una mejor curación).
Se cree que el calentamiento profundo disminuye la sensibilidad nerviosa, aumenta el flujo sanguíneo, aumenta el metabolismo de los tejidos, disminuye la sensibilidad del huso muscular al estiramiento, provoca relajación muscular y aumenta la flexibilidad.
El calor estimula los receptores térmicos térmicos que están conectados a los vasos sanguíneos cutáneos, lo que provoca la liberación de bradiquinina que relaja las paredes del músculo liso y produce vasodilatación. La relajación muscular se produce como resultado de una disminución de la velocidad de disparo de los eferentes gamma, lo que reduce el umbral de los husos musculares y aumenta la actividad aferente.
También hay una disminución en la activación de la motoneurona alfa a la fibra muscular extrafusal, lo que da lugar a relajación muscular y disminución del tono muscular.
Tipos de termoterapia
Hay dos tipos de termoterapia: superficial y profunda.
Los métodos para proporcionar calor superficial incluyen compresas calientes húmedas, fluidoterapia, hidromasaje y parafina (cera tibia). Los agentes de calentamiento superficial elevan la temperatura y el tejido de la piel dentro de 1 a 2 cm desde la superficie de la piel hacia el interior. Estos agentes generalmente se aplican durante 15 a 20 minutos.
Los métodos para proporcionar calor profundo incluyen ultrasonido y diatermia (corriente de alta frecuencia al interior del territorio corporal). Los agentes de calentamiento profundo provocan la producción de calor en el tejido profundo a profundidades de 3 cm o más y generalmente se aplican durante 5 a 15 minutos.
El propósito de aplicar calor generalmente es promover la curación, disminuir el dolor y relajar los músculos a través del aumento del flujo sanguíneo. Las indicaciones para las modalidades de calor son afecciones inflamatorias subaguda o crónica, espasmos o protecciones musculares, así como contracturas y disminución del rango de movimiento
Al aumentar la temperatura de la piel o tejido blando, el flujo sanguíneo aumenta por vasodilatación. La tasa metabólica y la extensibilidad del tejido también aumentarán. El calor aumenta la absorción de oxígeno y acelera la cicatrización de los tejidos, también aumenta la actividad de las enzimas destructivas, como la colagenasa, y aumenta la tasa catabólica.
Cuándo no usar termoterapia
El calor puede empeorar algunas condiciones. La termoterapia no se debe usar en tejidos lesionados o infectados. Los signos de lesión son evidentes, como lesiones o contusiones. Los signos de infección son más sutiles, pero incluyen hinchazón, enrojecimiento y calor. El calor tampoco debe aplicarse a una nueva lesión.
En general, la termoterapia es segura para las personas con una sensación normal en la piel. Pero cuando un sujeto tiene problemas con la sensibilidad térmica puede ser peligroso.
En las lesiones de aparición repentina no se recomienda usar termoterapia, ya que el calor aumentará la hinchazón y la inflamación alrededor del tejido.
Cómo incorporar la termoterapia en el quiromasaje
La termoterapia puede ser una adición valiosa a la práctica del quiromasaje, pero su incorporación requiere una cuidadosa consideración de los equipos y técnicas adecuados, así como una consciente atención a la seguridad.
Beneficios de la termoterapia en el quiromasaje
Los principales beneficios de la termoterapia en el quiromasaje son los siguientes:
- Relajación muscular: el calor ayuda a relajar los músculos y aliviar la tensión acumulada.
- Aumento de la circulación: la termoterapia estimula la circulación sanguínea, lo que ayuda a mejorar la oxigenación y nutrición de los tejidos.
- Alivio del dolor: el calor puede aliviar el dolor muscular y articular al aumentar la flexibilidad y reducir la rigidez.
Algunos aspectos que debes considerar al integrar la termoterapia en tu práctica son estos:
Selección de equipos y materiales
Existen diferentes tipos de equipos y materiales disponibles para la termoterapia, cada uno con sus propias características y ventajas. Algunas de las opciones más comunes incluyen:
- Toallas calientes: Son una opción fácil de usar y muy versátil, ya que pueden ser aplicadas en diferentes partes del cuerpo y ajustadas a la temperatura deseada.
- Piedras calientes: Las piedras calientes, a menudo de basalto, se calientan en agua antes de aplicarlas en el cuerpo. Estas son especialmente útiles para masajear y transmitir calor a áreas específicas.
- Almohadillas eléctricas: Ofrecen un calor constante y son ideales para precalentar la zona a tratar antes de realizar el masaje.
Es importante elegir los equipos y materiales que mejor se adapten a tu práctica, teniendo en cuenta las necesidades y preferencias de sus clientes, así como tu propio nivel de comodidad y habilidad con cada opción.
Técnicas de aplicación
Existen diversas técnicas de aplicación de la termoterapia, y la elección de una u otra puede depender del equipo que se esté utilizando, las necesidades específicas del cliente, y los objetivos de la sesión de quiromasaje.
Por ejemplo, con las piedras calientes, se pueden realizar técnicas de deslizamiento suave sobre la piel, o colocar las piedras en puntos específicos para permitir que el calor penetre más profundamente. En el caso de las toallas calientes o las almohadillas eléctricas, estas pueden ser colocadas sobre una zona mientras se trabaja otra, de manera que el calor prepare los tejidos para el posterior masaje.
Consideraciones de seguridad
La seguridad es una consideración crucial al incorporar la termoterapia en la práctica del quiromasaje. Aquí algunos puntos a considerar:
- Verificación de la temperatura: Antes de aplicar cualquier elemento calentado sobre el cliente, es imprescindible verificar la temperatura. Esto se puede hacer mediante la colocación de la herramienta de termoterapia sobre la propia piel del terapeuta antes de aplicarla al cliente.
- Monitorización constante del cliente: Durante la sesión, es esencial monitorizar al cliente y solicitarle feedback. Esto asegura que se sienta cómodo y seguro, y permite ajustar la temperatura o la técnica si es necesario.
- Formación y capacitación: Antes de incorporar la termoterapia, es importante obtener la formación adecuada. Esto permitirá entender cómo usar de manera segura y efectiva cada tipo de equipo y técnica, y cómo adaptarlos a las necesidades de cada cliente.
Integrar la termoterapia en la práctica del quiromasaje puede potenciar los beneficios de sus sesiones y ofrecer a tus clientes una mejor experiencia de bienestar. No obstante, recuerda que esta técnica debe ser implementada con cuidado.