Desde el 4 de mayo de 2020, los centros de masaje pueden iniciar su reapertura tras casi 50 días de cuarentena, desde que fue declarado el estado de alarma el pasado 14 de marzo de 2020 por el Gobierno de España.
El proceso de retorno ha comenzado y el Gobierno ya ha indicado qué actividades podrán retomarse y en qué condiciones. La vuelta a la rutina va a ser gradual, por sectores, zonas geográficas y en diferentes fechas.
Todas las actividades tendrán que adaptarse a las nuevas circunstancias, cumpliendo con las medidas preventivas necesarias para tratar de evitar el contacto directo con personas con síntomas del virus COVID-19.
Índice
La nueva normalidad de los masajistas
Los masajistas y centros de terapias manuales deben también establecer un nuevo protocolo que incluya la realización de un cuestionario previo a los clientes y la gestión del espacio y los servicios. A continuación, vamos a ver las pautas recomendadas, algunas de ellas citadas por el Ministerio de Sanidad, para recibir a clientes con la mayor seguridad posible. De momento, no hay ninguna referencia a la posibilidad de recibir o acudir a domicilios.
La actividad de los masajistas se enmarca en la fase 0 de la transición hacia el final del estado de alarma, que tiene una duración de una semana desde el 4 de mayo.
Según el Gobierno, en esta fase 0 la atención debe realizarse con cita previa, con un único cliente en el local. Las instalaciones deben adaptarse con un mostrador, mampara o protección individual. Cuando el servicio profesional requiera tener contacto con el cliente, como es el caso, será obligatorio el uso de medidas de protección como mascarilla o guantes.
La distancia mínima ha de ser de 2 metros. Por último, añade que debe establecerse un horario preferente para mayores de 65 años.
El avance hacia las siguientes fases se realizará siempre que las cifras de contagios sigan reduciéndose y permitirán ir relajando las medidas de distanciamiento. Las fases 1, 2 y 3 tienen un mínimo de duración de 2 semanas. Como pronto, el fin de este proceso llegará el 22 de junio.
Gestión de los clientes y visitas
Para evitar que dos clientes se encuentren en el mismo espacio, hay que organizar las citas de una forma diferente a la que lo hacíamos hasta ahora. Quizá sea necesario dejar un espacio de entre 10 y 15 minutos entre dos citas, de forma que haya tiempo para realizar la desinfección de las salas y que los clientes no se encuentren.
Si esto no es posible, se puede pedir a los clientes que esperen en la calle a ser avisados o, en caso de tener espacio, utilizar una sala de espera cerrada.
También será necesario controlar la salida y entrada de los clientes. Podemos hacer marcas en el suelo para indicar la posición que debe ocupar cada uno para mantener una distancia superior a 2 metros.
Hay que pedir a los clientes que, en la medida de lo posible, no acudan acompañados para evitar un exceso de personas en las instalaciones. En cualquier caso, durante la fase los locales no pueden superar el 30% del aforo, el 40% en la fase 2 y el 50% en la fase 3.
En caso de recibir a clientes vulnerables (con afecciones pulmonares, cardiovasculares, inmunodeficiencia, mayores de 65 años, embarazadas o pacientes oncológicos), deben extremarse las medidas de precaución.
Cuestionario para cita previa
Todas las visitas deberán responder a un cuestionario con el objetivo de establecer el estado de salud del cliente en los últimos días. Ante cualquier indicador de sintomatología, no se debe prestar ningún servicio.
Este cuestionario puede adaptarse según las necesidades de cada cada profesional, pero podría incluir las siguientes preguntas:
-
- ¿Ha tenido fiebre, tos, malestar general o algún otro síntoma compatible con el coronavirus en los últimos días?
- ¿Ha tenido contacto con alguna persona afectada por coronavirus?
- ¿Se encuentra en alguno de los siguientes casos? Diabetes, enfermedad cardiovascular, hipertensión, enfermedad pulmonar crónica, inmunodeficiencia, cáncer en tratamiento.
- ¿Edad?
- ¿Está embarazada?
Protección para el masajista y los clientes
Equipo de protección para el masajista
Lo más importante es no tocar nada antes de lavarse las manos con jabón o gel hidroalcohólico.
Es conveniente que el masajista (si atiende en consulta) o el centro de masajes disponga del siguiente inventario para no obligar a los profesionales a realizar su trabajo bajo condiciones de riesgo:
Guantes
Los guantes deben ser de látex o de nitrilo, desechables. Es conveniente comprar de calidad, ya que otros pueden romperse con cualquier estirón.
Los guantes de látex están hechos con material natural y son los más utilizados porque son los más sensibles. La desventaja es que son más alérgenos que los demás tipos de guantes. Los guantes de nitrilo son una gran alternativa en caso de alergia al látex.
Estos guantes se utilizarán solo con un cliente. Deberán ser eliminados después de la sesión y sustituidos por otros nuevos.
Es muy importante no tocar nada con ellos o tendrás que volver a cambiártelos.
Mascarilla
Para los masajistas, el uso de la mascarilla será imprescindible desde la recepción del cliente hasta su marcha. En este caso no es necesario sustituir la mascarilla en cada sesión si esta no ha tocado nada.
Con la mascarilla quirúrgica es suficiente. No es necesario adquirir las de tipo FFP2, porque nunca atenderemos a clientes con sintomatología asociada al COVID-19.
Bata quirúrgica
El uso de la bata quirúrgica está indicado para evitar entrar en contacto directo con el cliente o su ropa. Hay que sustituirla en cada sesión.
Si no es posible contar con bata de protección, se puede usar ropa impermeable que pueda cambiarse al finalizar la sesión.
Gel hidroalcohólico
El gel debe estar presente en todas las salas del centro de masaje. Antes y después del uso de los guantes hay que utilizarlo.
Además, debemos lavarnos las manos:
-
- después de tocar al cliente
- antes y después de colocar el equipo de protección
- y después de tocar zonas comunes
Equipo de protección para el cliente
Al cliente ya le habremos informado por teléfono de que acuda a la cita con mascarilla. Si no tiene, le suministraremos una mascarilla quirúrgica. No son necesarios guantes, aunque sí recomendables.
También le informaremos de parte del protocolo y de que debe evitar tocar cualquier cosa, tanto en la recepción como en la sala de masajes. Si lleva abrigo o complementos, serán aislados y guardado en una bolsa de plástico.
Aunque por teléfono haya indicado que no tiene síntomas, debemos prestar atención a su llegada. Después, le pediremos que utilice la solución hidroalcohólica.
Finalizada la sesión, por precaución, le pediremos que realice el pago con tarjeta bancaria. Cuando se marche, procedemos a limpiar, desinfectar y cambiar el material antes de recibir al siguiente cliente.
Actuación y prevención en los espacios de trabajo
En cualquier espacio por el que vayan a pasar los clientes, debemos limitar el número de objetos susceptibles de ser tocados por estos. Si contamos con recepción, hay que retirar los accesorios innecesarios.
-
- En caso de contar con dispensador de agua o cambiador, estos quedarán fuera de servicio. Para guardar los objetos personales del cliente, podemos facilitarle una bolsa de plástico.
- En cuanto a la limpieza y desinfección del espacio de trabajo, debe realizarse con productos específicamente indicados para ello. Este procedimiento ha de completarse en todas las salas y zonas de contacto después de atender a cada cliente.
También en aquellos elementos con los que ha estado en contacto: ropa, camilla, silla, etc. Para facilitar la limpieza, es recomendable utilizar toallitas y sabanillas de papel. - Durante el trato con el cliente, debe evitarse el uso de armarios, ordenador y otros objetos destinados a actividades de oficina. En caso de ser necesario consultar el historial del cliente durante la sesión, puede imprimirse.
Si no hay otra posibilidad, solo se podrá hacer uso de estos objetos sin guantes y tras un minucioso lavado de las manos con agua y jabón. - También se recomienda la ventilación de los espacios, abriendo puertas y ventanas.
Desinfección
Según el Ministerio de Sanidad, el virus puede sobrevivir entre 1 y 2 días en superficies de madera, ropa o vidrio y hasta más de cuatro días en superficies plásticas, billetes, mascarillas quirúrgicas y en el acero inoxidable.
La humedad favorece la desaparición del virus. En el protocolo científico-técnico elaborado por el Ministerio sobre el nuevo coronavirus, se indica que en condiciones de 22 grados centígrados y 60 por ciento de humedad, este permanece activo tres horas en superficies de papel. Mientras que con un 40 por ciento de humedad, se mantiene activo durante cuatro horas en superficies de cobre, ocho horas en el cartón, 48 horas en el acero inoxidable y hasta 72 horas en el plástico.
Por este motivo, la desinfección de las zonas de trabajo y recepción es tan importante. El Ministerio de Sanidad ha elaborado un listado con los productos autorizados que han demostrado eficacia frente a virus atendiendo a la norma UNE-EN 14476.
En este informe se establece que la forma de aplicación debe ser, en función del producto, mediante pulverización a unos 25 cm de distancia, lavado manual diluido en agua o contacto directo.
Durante la sesión de masaje
Aunque cambiará por completo la percepción del masajista, se recomienda el uso de guantes durante las sesiones de quiromasaje. Podría valorarse utilizar accesorios que faciliten la realización de la técnica, aplicando las medidas de seguridad indicadas en los siguientes puntos.
-
- Usar mascarilla en todo momento, tanto el que da el masaje como el que lo recibe. Incluso boca abajo. Porque la mascarilla sirve para no contagiarse, pero también para no contagiar.
- Cualquier uso de material debe ser individualizado, de forma que no esté en contacto de otros pacientes.
- Hay que tratar de evitar el contacto directo de las manos con el producto que va a utilizarse para el masaje. Por ejemplo, en el caso de las cremas y aceites, deberían suministrarse con dosificador. Las papeleras, tienen que poder abrirse con pedal o ser abiertas. Es importante evitar usar las manos para abrir puertas, tocar interruptores, grifos, dispensadores, etc.
- En caso de trabajar alguna extremidad superior, hay que pedir al cliente que gire la cabeza hacia el otro lado.
- Los expertos recomiendan renunciar a los aceites de masaje. El argumento que emplean es que su olor anima a la gente a respirar más profundamente. Teniendo en cuenta que el virus se transmite principalmente de persona a persona a través de las gotitas respiratorias al estornudar o toser, y que respirar profundamente aumenta las posibilidades de inhalar esas gotitas respiratorias, puede que no sea lo mejor potenciar esa inhalación profunda. Incluso teniendo en cuenta que el riesgo d probablemente sea menor con una mascarilla, en realidad no hay suficiente información para confirmarlo. Por eso muchos expertos piensan que es mejor ir a lo seguro y dejar de respirar profundamente durante un masaje.
Personas de alto riesgo
Según los expertos, las personas con en alto riesgo (mayor vulnerabilidad) o que están en contacto frecuente con personas de alto riesgo deben minimizar el contacto cercano con otras personas en la medida de lo posible.
¿Por qué? Básicamente, porque no se puede respetar la distancia de seguridad durante un masaje. Y es que siempre que hay dos personas que se unen existe el riesgo de que alguien se infecte, incluso si ambos no tienen ningún síntoma, según los expertos. En el caso de los masajes el riesgo es en ambos sentidos.
Estas son las claves para una correcta sesión de quiromasaje, con todas las medidas de precaución posibles. Según avance la investigación de una vacuna, seguramente reduciremos estas medidas, pero algunas ya quedarán pasa siempre.