La condromalacia rotuliana o síndrome patelofemoral es una patología habitual entre deportistas jóvenes y adultos que practican ejercicios de impacto como el fútbol, el ciclismo, el tenis, corredores y bailarines. Sin embargo, este no es el único perfil de los afectados. El sedentarismo, el exceso de peso y los cambios degenerativos propios de la edad avanzada también son causantes de esta afección.
Índice
Artrología de la rodilla
En la rodilla encontramos dos articulaciones sinoviales, la articulación femoropatelar y la articulación femorotibial, que unen la epífisis distal del fémur, la epífisis proximal de la tibia y la rótula o patela.
- La articulación femoropatelar es una trocleartrosis que conecta la tibia con el fémur.
- La articulación femorotibial es una condiloartrosis que conecta la rótula con el fémur.
Es la mayor articulación del cuerpo y está sometida a un gran estrés biomecánico, siendo también la que sufre más lesiones entre los deportistas. La articulación de la rodilla posibilita los movimientos de flexión y extensión, leve rotación interna desde una flexión de 90º y rotación externa.
Los medios de unión que otorgan estabilidad a la rodilla son:
- Cápsula articular. Es un recubrimiento fibroso que encierra la articulación de la rodilla. Posee una membrana sinovial interna que lubrica las carillas articulares, disminuyendo la fricción y nutriendo al cartílago. Forma varias bursas que actúan como almohadillas para proteger y amortiguar las estructuras.
- Meniscos. Son dos anillos fibrocartilaginosos (medial o interno y lateral o externo) que amortiguan las cargas y posibilitan la unión de las diferentes superficies articulares.
- Ligamentos. Su función es otorgar estabilidad y evitar los movimientos excesivos. Son el ligamento cruzado anterior, el ligamento cruzado posterior, el ligamento lateral interno, el ligamento lateral externo y el ligamento rotuliano.
¿Qué es la condromalacia rotuliana?
La condromalacia rotuliana o síndrome patelofemoral es una patología degenerativa que afecta al cartílago articular situado debajo de la rótula. De hecho, el vocablo condromalacia [khondr(o)- χόνδρος gr. ‘cartílago’ + malakíā μαλακία gr. ‘reblandecimiento’] significa reblandecimiento anormal del cartílago.
Dicho esto, es importante diferenciar entre dos patologías que causan dolor en la cara anterior o delantera de la rodilla, la condromalacia rotuliana y la condropatía rotuliana.
Diferencias entre la condromalacia rotuliana y la condropatía rotuliana
Ya hemos comentado que en la condromalacia rotuliana encontramos un reblandecimiento anormal del cartílago, con lo que éste aguanta una menor carga o impacto, aumentando la transmisión de dicha carga hacia el hueso subcondral provocando las molestias y el dolor.
La condropatía rotuliana, como su nombre indica, es una enfermedad del cartílago, una afectación estructural que se inicia con el reblandecimiento del cartílago. Esta fase sería el grado I, el primero de la clasificación de Outerbridge para la condropatía rotuliana:
- Grado I. Reblandecimiento del cartílago. Dolor de intensidad leve.
- Grado II. Fibrilación o ulceración superficial del cartílago. Incremento de la intensidad del dolor. Las pruebas de imagen por resonancia magnética visualizan el desgaste.
- Grado III. Ulceración profunda del cartílago. Inflamación y dolor intensos. En las pruebas de imagen se observan fisuras en la superficie del cartílago y cambios degenerativos importantes.
- Grado IV. Existe pérdida del propio cartílago y lesión del hueso subcondral. Dolor incapacitante, inflamación e inestabilidad articular.
Actualmente, se utiliza el término de condropatía rotuliana para referirse al dolor que se manifiesta a consecuencia de una lesión en el cartílago. Sin embargo, para referirse exclusivamente al dolor que se siente en este área se prefiere el término síndrome patelofemoral o femoropatelar.
Según los estudios más recientes, el dolor en la parte anterior de la rodilla no es exclusivo de una lesión en el cartílago ni todos las personas que tienen daños en el cartílago sienten dolor. En la rodilla encontramos otras estructuras que, a diferencia del cartílago, sí están inervadas (cápsula articular, membrana sinovial, periostio, …) y cuya irritación manifiesta dolor en la zona.
Síntomas de la condromalacia rotuliana
El principal síntoma de la condromalacia rotuliana es el dolor detrás o alrededor de la rótula. El dolor puede darse en una o en las dos rodillas.
La intensidad del dolor varía según cada caso, así como el resto de síntomas:
- Chasquidos articulares
- Crepitación
- Sensación de roce al flexionar y extender la rodilla
- Rigidez
- Inestabilidad en las rodillas
- Debilidad de la musculatura anterior del muslo
- Acortamiento de la musculatura posterior del muslo
- Dolor referido en el muslo
- Pérdida de funcionalidad
El dolor se acrecienta con la actividad física, en especial al realizar determinados movimientos y posturas, como estar en cuclillas. No obstante, también suele aparecer tras realizar ejercicio o después de haber pasado largo tiempo con las rodillas flexionadas, por ejemplo, en posición sedente.
Causas de la condromalacia rotuliana
Existen diversas causas, con origen diferente, que afectan a la biomecánica de la rodilla y pueden dar lugar a esta patología. Estas son las principales:
- Desalineación articular
- Anormalidades de la rótula
- Pie pronador
- Traumatismos
- Sedentarismo y debilidad muscular
- Sobrepeso
- Calzado inadecuado
- Inmovilización prolongada
- Sobreentrenamiento
- Cirugía previa de rodilla
Las pruebas de imagen y los tests de exploración física permiten realizar el diagnóstico de la condromalacia rotuliana.
Estos son los tests utilizados:
- Test de Zohlen. El examinado se sitúa en decúbito supino con las rodillas extendidas. El examinador empuja la rótula desde proximal a distal con los pulgares y pide al examinado que realice una contracción isométrica del cuádriceps. La presencia de dolor es un signo positivo.
- Test de Smilie. Sirve para valorar la estabilidad de la rótula. El examinado se sitúa en decúbito supino con la rodilla extendida. Se le pide que ponga en tensión el cuádriceps y el examinador presiona la rótula hacia medial con ambos pulgares. En este punto, pide al examinado una flexión de rodilla. Si éste evita realizar este movimiento es un signo positivo.
- Aprehensión de Fairbank. Se sigue el procedimiento del Test de Smilie. Si el examinado tiene una sensación de luxación y dolor e interrumpe la maniobra es un signo positivo.
Protocolo de recuperación de la condromalacia rotuliana
En la fase aguda, la crioterapia, para controlar el edema y la inflamación, y el descanso son las medidas adecuadas. En una segunda fase se aplica quiromasaje, técnicas de liberación miofascial, movilizaciones pasivas y estiramientos.
El masaje de descarga en la musculatura del cuádriceps favorece la relajación y reduce la tensión sobre la rótula, también activa la circulación y la nutrición de los tejidos.
El masaje transverso profundo o Cyriax sobre los orígenes e inserciones de la musculatura que se inserta en la rótula promueve la regeneración de los tejidos.
Es conveniente no cesar del todo la práctica de ejercicio, sino optar por actividades de menor impacto articular, siempre realizando un buen calentamiento previo y estiramientos, tanto antes como después. Asimismo, es importante fortalecer la musculatura del muslo.