La inflamación muscular es la reacción inmediata o retardada de los músculos del cuerpo ante determinados factores que afectan y alteran la homeostasis. Se trata de una respuesta de tipo protector que tiene como finalidad la liberación de la causa inicial de lesión.
Índice
Causas
La inflamación muscular se puede producir como respuesta a algún tipo de lesión muscular, o al ejercicio físico. En este sentido, podemos considera la definición de inflamación muscular de Beiter (2015), que la define como la reacción inmediata o retardada de los músculos ante determinados factores que afectan y alteran la homeostasis; es decir, el estado de equilibrio del organismo.
En situación de ejercicio, la inflamación muscular puede tener diferentes causas, como un esfuerzo excesivo, tensión prolongada, un golpe fuerte, un tirón súbito o un accidente durante la práctica deportiva. Además, otros factores también pueden causar inflamación muscular, como un ejercicio físico no controlado, una alimentación inadecuada o incluso una secreción hormonal deficiente.
Tratamiento
La investigación muestra que la curación de las lesiones musculares presenta varias fases; concretamente degeneración, inflamación, regeneración y fibrosos.
La inflamación muscular da lugar a la liberación de factores de crecimiento, dando lugar a la creación de un microambiente que se superpone en todas las fases de curación. Así, la inflamación como respuesta temprana a la lesión del tejido muscular implica la coordinación entre el sistema inmunológico y el tejido lesionado.
El uso de antiinflamatorios no esteroides (por ejemplo, el ibuprofeno) puede ayudar a reducir la inflamación muscular. Además, la crioterapia, la aplicación del protocolo POLICE (hielo, vendaje compresivo, carga óptima, elevación y reposo), el quiromasaje y los ultrasonidos también son útiles para reducir la inflamación muscular.
Inflamación muscular y DOMS
Es común usar el término DOMS cuando se habla de inflamación muscular relacionada con el ejercicio. De hecho, el dolor muscular se debe a la inflamación dentro del músculo, que es uno de los principales desencadenantes de este dolor muscular
En cuanto a los tipos de inflamación muscular DOMS (por las siglas en inglés de Delayed Onset Muscle Soreness, molestia muscular de aparición tardía), hay que tener presente que existen dos tipos: DOMPAR (dolor muscular de aparición rápida) y DOMPAT (dolor muscular de aparición tardía, uno o dos días después). La diferencia entre ambos tipos de molestia suele el el componente excéntrico del ejercicio.
Ejercicio e inflamación muscular
La práctica del deporte desarrolla inflamación; es más, algunos autores afirman que la inflamación muscular es un proceso esencial en la adaptación del músculo al ejercicio. No obstante, no todas las consecuencias de la
inflamación muscular son beneficiosas.
De hecho, un exceso de reacciones inflamatorias musculares intensas, provocadas por cargas diarias excesivas pueden provocar afección inflamatoria local crónica o recurrente que de lugar a dolor muscular y disminución del rendimiento físico.
En cualquier caso, hacer ejercicio con frecuencia tiene un efecto sistémico antiinflamatorio por el aumento de la osteogénesis. En este sentido, varios autores coinciden al recomendar la actividad física como una herramienta importante tanto para prevenir como para mejorar (incluso curar, en algunos casos) enfermedades inflamatorias crónicas.