En todos los sectores, el hecho de subir el precio de los servicios es un desafío. Los masajistas y quiromasajistas no son la excepción. Miedos comunes como el hecho de perder sus clientes, tener dificultad para captar nuevos e incluso la propia infravaloración del trabajo brindado, son los obstáculos más comunes a la hora de elevar el precio de los servicios prestados.
La cuestión es que no es extraño empezar a cobrar menos de lo que se desea para poder captar clientes cuando se está empezando. Si haces esto, subir los precios te va a costar todavía más, porque muchos de tus clientes hayan llegado hasta ti, entre otros motivos, por tus precios bajos.
Eso no debería desanimarte. En cualquier caso, tenlo en cuenta a la hora de darte a valer como profesional, para que tus clientes encuentren en tu servicio algo más que un recurso low cost.
Índice
Particularidades del trabajo
Los profesionales del quiromasaje tienen un tope en su capacidad de trabajo. Al ser un trabajo que requiere esfuerzo físico existe una propia autolimitación de la proyección del servicio. Una de las limitaciones es la diaria: un masajista puede realizar una cantidad determinada de sesiones de masajes diarias, e incluso con el pasar de los años este número disminuye. De sobrepasar estos límites se puede caer en una patología por sobre esfuerzo o por tareas repetitivas.
A medida que la experiencia aumenta y el quiromasajista va aumentando sus capacidades y sus conocimientos, a la vez que crece la demanda del servicio, es lógico pensar que los honorarios deben aumentar. Por eso es importante ajustar las tarifas de los servicios prestados.
No hay que obviar el hecho de que a medida que pasa el tiempo son cada vez menos las horas que se pueden trabajar sin dañar la salud propia. Así, para no caer en una disminución de los ingresos mensuales es indispensable aumentar las tarifas y saber cómo hacerlo correctamente.
¿Puedo cobrar más?
En primer lugar, es importante hacer una evaluación del estado actual del negocio para determinar si es el momento correcto para hacer un incremento de valores.
Para ello es importante hacerse preguntas como las siguientes:
- ¿Cuántos clientes llegan por recomendación mensualmente?
- ¿Cuántas cancelaciones de turnos se tienen?
- ¿Qué cantidad de pacientes/clientes están en una lista de espera aguardando un turno?
- ¿La demanda por parte de los clientes está sobrepasando la agenda?
Los valores obtenidos de las previas preguntas pueden darnos una idea de la consistencia del negocio y la capacidad de tolerar un aumento de precios.
Por otra parte, hay que tener presente que los clientes suelen aceptar mejores incrementos por etapas que uno brusco. Por eso una recomendación muy útil es aumentar pequeña cantidad en etapas espaciadas en el tiempo, sin un aumento demasiado brusco.
El principio de curso o de año suelen ser buenas épocas para hacer un ajuste en la tarifa. Y, una vez que tengas una tarifa que consideres adecuada, es conveniente que todos los años (o cada dos años) ajustes la tarifa, aunque sea un aumento mínimo.
Si al estar en el proceso de incremento por etapas notas variaciones o disminuciones en el número de las preguntas orientativas que mencionamos con anterioridad, puede que sea un indicador para establecer el límite máximo para el aumento de valores.
También es interesante que avises a tus clientes con anterioridad de la subida de las tarifas. Si les pilla desprevenidos se pueden molestar. Y también podrás recoger una impresión general sobre el aumento. Con dejar el aviso junto a la tarifa de precios habitual es suficiente. Además, puede que eso estimule el consumo previo a la subida de precios.
Para establecer tus previos, te puede servir de referencia tener en cuenta cuánto puede ganar un quiromasajista en España.
El valor dado y el buen servicio
Es importante que siempre el valor de los servicios de un quiromasajista sea respaldado y sustentado con la calidad de la atención y el valor agregado que se lleva el cliente. Cuestiones como estar permanentemente actualizado con la profesión y realizando cursos de perfeccionamiento son clave para dar un servicio de excelencia que sea valorado.
Otros puntos tal vez más simples, pero no menos importantes son los detalles: ¿cómo es la atención al momento de otorgar turnos?, ¿cómo se recibe al cliente el día de su cita?, ¿se es puntual en la atención? Todos esos detalles tienen una gran importancia y suman a la hora de dar valor a un servicio.
Teniendo en cuenta estas estrategias el hecho de saber cómo aumentar el precio de los servicios brindados como masajista es tan solo un paso en la construcción de un negocio sano y sólido.