¿Estás pensando en incorporar el drenaje linfático en tu servicio de terapias? ¿Conoces sus aplicaciones y sus beneficios?
En este artículo te ofrecemos una introducción sobre el drenaje linfático manual (DLM) y su importancia en el mantenimiento y recuperación de la salud y el bienestar.
Índice
¿Qué es el drenaje linfático manual?
El drenaje linfático es una terapia manual que, a través de maniobras lentas y repetitivas, favorece la circulación de la linfa. Este masaje actúa sobre los vasos linfáticos ayudando a eliminar el líquido intersticial y está especialmente indicado cuando existe una acumulación de líquido en los tejidos.
La técnica del drenaje linfático exige conocimientos de la anatomía y de la fisiología de los sistemas venoso y linfático para aplicar correctamente sus maniobras y obtener todo su beneficio.
El sistema linfático
El sistema linfático es una estructura compleja y una parte fundamental del sistema inmunitario de nuestro organismo. Está formado por órganos, ganglios linfáticos, conductos y vasos linfáticos que transportan el líquido llamado linfa desde los tejidos hasta el torrente sanguíneo.
¿Qué es la linfa?
La linfa es un líquido claro y casi transparente, blanquecino o amarillento, si está cargado de grasa. Su composición es como sigue:
- agua (90%)
- proteínas que han pasado a los tejidos desde el torrente circulatorio
- grasas
- sales
- restos de células muertas, de bacterias, de células cancerosas
- linfocitos
A diferencia del aparato circulatorio, el sistema linfático no dispone de una bomba que impulse la linfa y aprovecha las contracciones musculares, los movimientos del cuerpo, el pulso arterial o los cambios de presión intratorácica asociados a la respiración para activarse. La circulación linfática es mucho más lenta que la sanguínea.
Principales funciones del sistema linfático
La red de ganglios y vasos linfáticos discurre a través de determinados órganos, tejidos y de la médula ósea roja que contiene las células madre de las que se originan los linfocitos.
Las tres funciones principales de este sistema son:
- Drenaje del exceso de líquido intersticial: parte del plasma – porción líquida de la sangre – que excede debido a la porosidad de los capilares cuando les llega la sangre para favorecer el intercambio de oxígeno y nutrientes.
- Transporte de lípidos alimentarios, proteínas y macromoléculas. Los vasos linfáticos transportan los líquidos y las vitaminas liposolubles (A,D,E y K) que se absorben en el tubo digestivo.
- Facilitación de la respuesta inmunitaria. Activa la respuesta contra células anormales o microorganismos.
Estructura del sistema linfático
Al contrario que el sistema circulatorio, el linfático es un sistema abierto con un trayecto unidireccional que empieza en los tejidos corporales, continúa por los vasos linfáticos y desemboca en la sangre.
Sus componentes son:
- capilares linfáticos. Pequeños vasos que forman redes alrededor de las células y los tejidos para absorber el líquido intersticial y formar la linfa.
- vasos linfáticos. Los capilares se reúnen formando los vasos linfáticos. Son los conductos por donde circula la linfa y están formados por tejido conjuntivo y disponen de unas válvulas en las paredes que evitan el retroceso de la linfa. Los vasos linfáticos drenan en unos conductos mayores.
- ganglios linfáticos. Son agrupaciones de tejido linfoide interpuestas entre los vasos linfáticos y los troncos colectores. Se localizan en racimos en diversas partes del cuerpo: cuello, axilas, ingles y el interior del centro del tórax y el abdomen. Poseen una forma variable (redondeados, alargados o con forma de habichuela) y un tamaño que oscila entre 0,5 y 1 centímetro. Los ganglios producen células inmunitarias que ayudan al cuerpo a combatir las infecciones, al igual que filtran el líquido linfático y eliminan material extraño.
- Troncos linfáticos. Son los vasos de mayor calibre en los que confluyen los troncos colectores; la confluencia de los troncos forma el conducto torácico y la gran vena linfática que incorporan la linfa al torrente sanguíneo.
Son tres los grandes colectores linfáticos: la cisterna de Pequet, el conducto torácico y la gran vena linfática. La cisterna de Pequet es un gran vaso linfático que se sitúa debajo del diafragma y en ella drenan todos los vasos linfáticos de la mitad inferior del cuerpo.
El conducto torácico recoge la linfa de la mitad inferior e izquierda del tórax, del miembro superior izquierdo, la mitad izquierda de la cabeza y cuello.
La gran vena linfática. Recoge la linfa del hemitórax derecho, del miembro superior derecho, la mitad derecha de la cabeza y cuello. El sistema linfático incluye las amígdalas, las adenoides, el bazo y el timo.
Métodos de drenaje linfático manual (DLM)
El Dr. Émil Vodder fue pionero en desarrollar las maniobras de drenaje. Hasta aquel momento, la medicina aconsejaba no tocar los ganglios y su técnica fue toda una revolución.
Actualmente y tras años de investigaciones sobre el sistema linfático, el DLM goza de una sólida base científica y son varias las escuelas que han desarrollado un método. Uno de los más destacados es el método Leduc.
DLM Método Vodder
El DLM tiene como objetivo activar la circulación linfática para promover la eliminación del líquido intersticial y de la linfa. El método Vodder se aplica en medicina y en estética. Sus manipulaciones son muy sutiles y distintas de las maniobras de otros tipos de masaje manual.
Las pautas del DLM Vodder son las siguientes:
- Se empuja la piel tangencialmente hasta el límite de su elasticidad, sin friccionar ni resbalar, en dirección y sentido de los desagües que correspondan.
- Cada movimiento tiene una fase de contacto, presión y descompresión y el recorrido será casi circular, elíptico o espiral, según la maniobra. El ritmo es lento, armónico y monótono.
- La técnica siempre se aplica de proximal a distal y se inicia siempre con el vaciado de las cadenas ganglionares del cuello, en el punto terminus que es el final de todo el recorrido linfático.
- Las maniobras específicas de este método activan el sistema nervioso parasimpático logrando un estado de relajación y disminución del dolor. Activan el sistema inmunológico y aumentan el flujo sanguíneo.
DLM Método Leduc
Este método se empezó a desarrollar en 1970, a partir del estudio de las bases del drenaje linfático efectuadas por Vodder, y pasó por varias fases de experimentación hasta que fue presentado en 1983 por el belga Albert Leduc.
A día de hoy, continúa el estudio de esta técnica en paralelo al avance de la tecnología de la imagen – linfogammagrafía – que permite encontrar nuevas vías de drenaje.
Muy resumidamente, la técnica consiste en :
- drenaje de los ganglios para favorecer su vaciamiento hacia los vasos que transportan la linfa.
- drenaje de llamada de los colectores para aumentar la frecuencia contráctil de los vasos linfáticos acelerando la evacuación del líquido en el recorrido no afectado por un edema.
- drenaje de reabsorción aplicado en las zonas que retienen un mayor volumen de líquido con el objetivo de que los vasos linfáticos y venosos absorban el edema.
El método Leduc incluye el uso de la presoterapia, el vendaje multicapas, medios de compresión, ejercicios respiratorios y descongestivos, hábitos de higiene y cuidados de piel y pautas nutricionales.
Efectos del drenaje linfático manual
El DLM ayuda a lograr varios resultados en el organismo, entre los que destacan su acción antiedematizante, relajante y analgésica. También se produce una activación del sistema inmunitario y un efecto de limpieza de detritus sobre la piel.
Indicaciones del drenaje linfático manual
Tanto en las áreas patológicas como en las áreas estéticas, son muchas las aplicaciones beneficiosas de la práctica del DLM sobre el organismo.
- Linfedemas primarios y secundarios
- Enfermedades circulatorias como flebitis y varices
- Cicatrices y queloides
- Afecciones dérmicas como el acné o los eccemas
- Estreñimiento
- Celulitis
- Estrés
- Sinusitis
Contraindicaciones del drenaje linfático manual
Como toda terapia manual, el DLM presenta contraindicaciones relativas y absolutas que hay que tener en cuenta.
Contraindicaciones relativas
En la elaboración de la anamnesis previa valoraremos si el usuario padece alguna de estas afecciones y si tiene el consentimiento de sus médicos para poder aplicarle la técnica.
- Cáncer tratado
- Inflamaciones crónicas
- Trombosis y tromboflebitis
- Trastornos de la glándula tiroides
- Asma bronquial
- Hipotensión arterial
- Embarazo
- Insuficiencia renal crónica
Contraindicaciones absolutas
Nos abstendremos de aplicar el DLM cuando se dé alguna de las siguientes situaciones.
- Cáncer
- Inflamación aguda
- descompensación cardíaca
- varices tortuosas y con relieve
- crisis asmática
El DLM es una técnica que supone todo un descubrimiento para los terapeutas y usuarios que lo desconocen. Su aplicación suave y lenta y sus múltiples beneficios lo convierten en una de las terapias más agradables y efectivas para la salud y la estética.