La coccigodinia es una afección muy molesta que puede llegar a ser altamente incapacitante. Por eso, es recomendable ponerle remedio en cuanto se manifiestan los primeros síntomas. La mayor parte de los dolores en el cóccix se deben a traumatismos en la zona y, en estos casos, las manipulaciones manuales y las técnicas osteopáticas son muy efectivas.
Índice
Qué es la coccigodinia
La coccigodinia es el término que define el dolor en el cóccix o en la zona que lo circunda, entre el hueso sacro y el ano incluyendo la articulación sacrococcígea. Estos son los principales elementos que la definen:
- Es muy frecuente la irradiación del dolor hacia la parte inferior del sacro y el suelo pélvico o periné.
- El dolor puede llegar a ser muy duradero y generar una molestia crónica dificultando las actividades cotidianas de la persona que lo sufre.
- En ocasiones, genera sensación de tenesmo (sensación continua de querer defecar aunque los intestinos estén vacíos).
- La prevalencia es mucho mayor en las mujeres, con una proporción 5:1 y muchas veces no puede definirse una causa clara.
- Otros términos con los que se denomina son coccidinia, dolor coccígeo, dolor de cóccix, cocciaglia o dolor del hueso sacro.
Anatomía del cóccix
El hueso cóccix se sitúa en la última porción de la columna vertebral y está formado por 3 o 4 vértebras fusionadas, aunque existe un movimiento limitado entre la primera y la segunda de estas vértebras coccígeas, debido a las articulaciones fibrosas y los ligamentos.
Tiene forma triangular y su estructura es como sigue:
- Una base superior articulada con el sacro formando la articulación sacrococcígea.
- Un vértice redondeado donde se insertan músculos y ligamentos del suelo pélvico.
- Una cara anterior, cóncava, donde se marcan los surcos transversales fruto de la fusión de las vértebras.
- Una cara posterior. En la zona correspondiente a la primera vértebra coccígea se aprecian las astas del cóccix, pequeñas porciones óseas de forma redondeada vestigio de las superficies articulares.
- Dos caras laterales.
El cóccix tiene una importante función anatómica y funcional como punto de inserción de ligamentos del suelo pélvico, del músculo elevador del ano, del músculo coxígeo y parte del músculo glúteo mayor. Toda esta musculatura aporta soporte cuando estamos sentados y también durante el parto y la defecación.
Causas de la coccigodinia
Son varios los factores que desencadenan la coccigodinia. Anatómicamente, las mujeres son más propensas a esta afección al ser su cóccix más largo y estar más rotado. Además, las mujeres tienen la pelvis más ancha y ejercen presión sobre el cóccix mientras que los hombres ejercen mucha menor compresión sobre este hueso.
Otras posibles causas son:
- Un traumatismo, como una caída de nalgas. En la mayoría de casos es la razón de la coccigodinia.
- Microtraumatismos repetidos por actividades que suponen una presión mantenida sobre la zona coccígea, por ejemplo, ir en bicicleta o montar a caballo. Si se produce una inflamación o se dan otros síntomas es necesario controlarlo.
- Un parto difícil.
- Proctalgias como fístulas rectales infectadas, fisuras anales o hemorroides trombosadas.
- Artritis.
- Raramente, el dolor en el cóccix puede deberse a la obesidad mórbida, una infección o un tumor.
Sintomatología del dolor en el cóccix
Las personas afectadas por la coccigodinia refieren un dolor persistente y localizado en los laterales del vértice. Dicho dolor se agrava de forma más aguda al sentarse, realizar ejercicio físico, mantener relaciones sexuales, defecar o al pasar de estar sentado a ponerse de pie. Esta última situación mencionada, se ha observado en personas que tienen una espícula ósea en el cóccix.
Según la causa que provoca el dolor en el cóccix, el afectado prefiere sentarse sobre una superficie más dura o blanda. En ocasiones, las superficies blandas provocan un desplazamiento del cóccix y el consiguiente dolor, con lo cual el alivio lo proporciona el sentarse en una superficie rígida ya que entonces el peso del cuerpo recae sobre los isquiones.
Otras veces, la coccigodinia coexiste con la lumbalgia y ello complica el diagnóstico.
Es conveniente buscar ayuda desde las primeras veces en que el dolor aparece. Cuando se cronifica, la persona afectada tiende a adoptar hábitos que eviten el dolor en el cóccix y permanece demasiado tiempo de pie, evitando sentarse y provocando dolor de espalda e incluso fascitis plantar.
Además, la coccigodinia puede provocar afectaciones viscerales y craneales por la conexión craneosacral a través de la duramadre. Esta meninge recorre todo el canal medular desde la bóveda craneal hasta el sacro y el cóccix
Igualmente, consultaremos a un médico si se produce una llaga o inflamación.
.El dolor coccígeo se ha asociado a estas otras afecciones:
- Dismenorrea (Dolor intenso durante la menstruación)
- Dispareunia (Dolor durante una relación sexual)
- Disquinesia (Movimientos musculares involuntarios y anormales)
Diagnóstico y tratamiento conservador
Las pruebas de imagen con la persona de pie y sentada (radiografías y resonancias magnéticas) permiten observar la articulación sacrococcígea y la base del cóccix para valorar su movilidad y la rotación de la pelvis. La resonancia da información sobre el estado y posibles cambios óseos o de las partes blandas.
Por otro lado, la exploración manual permite valorar la movilidad del sacro y de la articulación sacrococcígea.
Vistas la diferente etiología que puede dar lugar a la coccigodinia, el tratamiento puede ser multidisciplinar para solucionar la causa primera y la posterior alteración debida a ella.
La osteopatía puede aliviar la coccigodinia a través de movilizaciones coccígeas, maniobras específicas para relajar músculos y ligamentos implicados y técnicas de liberación miofascial.
La manipulación osteopática puede ser externa o interna.
- La manipulación osteopática externa tiene como objetivo conseguir la recolocación del cóccix y el estiramiento y relajación de los tejidos. Se trata de una manipulación suave que suele acompañarse de la respiración. En muchos casos basta con la manipulación externa para lograr aliviar el dolor del cóccix.
- La manipulación osteopática interna es más controvertida por ser intrarectal. No obstante, es una maniobra muy eficaz, suave y no dolorosa que requiere entre 5 y 10 minutos. El objetivo es movilizar la articulación sacrococcígea y relajar los tejidos.
Acompañando al tratamiento conservador se aconsejan algunas medidas que ayudan a solucionar el dolor coccígeo:
- Aplicar calor húmedo en la zona de dolor.
- Descansar y dormir de lado, no boca arriba.
- No practicar actividad física que exija estar mucho tiempo sentado, como el ciclismo, o que pueda causar impacto en la zona del cóccix.
- Utilizar almohadones o aros de espuma para sentarse.
En los casos en que la coccigodinia no se debe a un tumor o una infección, el tratamiento conservador evita tener que pasar por el quirófano, siendo la manipulación manual y el cambio de algunos hábitos la opción más eficiente.
Tras la mejoría es conveniente realizar ejercicios que refuercen el suelo pélvico. La actividad física de bajo impacto es siempre recomendable ya que fortalece músculos y huesos, activa la circulación sanguínea y el aporte de oxígeno y nutrientes a los tejidos y genera endorfinas que aumentan el umbral de dolor aportando sensación de bienestar.