Los pies son una parte muy importante de nuestro cuerpo a la que muchas veces no se le concede la importancia y el cuidado que merece. Los pies son nuestro punto de apoyo, absorben los impactos y nos permiten conservar el equilibrio.
Los pies nos conectan con la tierra y en ellos se refleja todo el organismo. El pie izquierdo representa el lado derecho del cerebro, la parte sensorial; el pie derecho representa el lado izquierdo del cerebro, el consciente.
Cuando cuidamos los pies y los masajeamos, estamos cuidando nuestro cuerpo. La reflexología podal nos muestra su todo su valor para preservar nuestro bienestar.
Índice
¿Qué es la reflexología podal?
La reflexología podal es una técnica de masaje que consiste en la estimulación de determinados puntos, conocidos como zonas reflejas, situados en la planta, el dorso y los lados interior y exterior de cada pie.
Los pies en su conjunto representan la totalidad del organismo, que se ve reflejado en ellos a través de más de 7000 terminaciones nerviosas.
Las presiones efectuadas con la reflexología generan impulsos eléctricos que viajan por las vías aferentes hasta el sistema nervioso central para producir una respuesta en otra parte del organismo a través de las vías eferentes.
Breve historia de la reflexología podal
Las técnicas de manipulación en los pies se practican desde hace más de 4000 años en China, Japón y la India.
En una tumba del antiguo Egipto se encontraron unos grabados que muestran un tratamiento de masaje podal.
En el continente americano, diversas comunidades indias realizaban esta terapia en ceremonias religiosas, significando al pie como elemento de conexión con la tierra y el origen de la vida.
En 1841, los hermanos Ferdinand y Walter Huneke dieron a conocer su trabajo titulado «Desconocidos efectos a distancia de anestésicos locales», donde destacaban el efecto a distancia, en forma de reflejo, sobre órganos y sistemas de sus inyecciones de procaína.
No fue hasta 1913 cuando el médico estadounidense W. Fitzgerald – considerado el padre de la reflexología moderna – estudió y practicó esta terapia, desarrollando su propia teoría de tratamiento que se basaba en la división longitudinal del cuerpo en diez líneas energéticas que lo recorrían desde los dedos de los pies hasta la cabeza; estas zonas eran también divididas transversalmente en tres tramos.
Esta trama reticular se representaba en todo el pie.
En 1930, la fisioterapeuta Eunice Ingham, conocedora del trabajo del Dr. Fitzgerald, desarrolló su propia teoría de zonas aplicadas a los pies. Creó técnicas concretas para cada una de las zonas, describiendo la conexión directa de cada órgano con el punto reflejo que le corresponde.
Descripción de la técnica
El usuario estará tendido en la camilla de masaje en posición de decúbito supino.
Exploración visual
El profesional examina la presencia de induraciones, enrojecimientos, verrugas, sudoración excesiva u otra alteración. También observa el color de la piel y la morfología de los pies (pie plano, pie cavo, hallux valgus, dedos en garra, dedos en martillo, etc.) ya que pueden indicar afecciones o trastornos funcionales de las zonas reflejadas.
Exploración táctil
Se aprecia la movilidad de las articulaciones, la elasticidad y temperatura de la piel, así como la existencia de zonas que ocasionen molestias o dolor cuando el reflexólogo las presione.
Con esta doble exploración el profesional recaba información sobre las zonas que pueden indicar trastornos o dolencias en determinados órganos o partes del cuerpo. Estas zonas serán las que requerirán mayor atención en el desempeño de la terapia.
El masaje se realiza en ambos pies. Se empieza siempre por el pie izquierdo separando las zonas reflejas en áreas del cuerpo: órganos y sistemas.
Métodos de reflexología podal
Existen diversos métodos de aplicación de esta terapia manual.
Método Rwo Shur
Este método de reflexología podal es muy practicado en Asia. Fue desarrollado en Taiwan por el misionero suizo Joseph Eugster. Consiste en una combinación de técnicas de presión muy firme y deslizamiento del pulgar incorporando los nudillos.
Se utiliza crema o aceite para lograr un movimiento rápido y fluido. La sesión dura unos 30 minutos.
Método Ingham
Es el método sobre el que se asientan las bases actuales de la reflexología y es el más aplicado en todo el mundo. Como su nombre indica es el método ideado por Eunice Ingham.
Se trata de mantener una presión constante e ininterrumpida con el pulgar, que se va doblando y enderezando por toda la zona masajeada. El reflexólogo se ayuda de talco para realizar presiones directas y circulares.
Se trabajan todos los reflejos, dedicando mayor intensidad a las zonas que lo requieran, buscando siempre el equilibrio de todos los sistemas del cuerpo. La sesión dura de 60 a 90 minutos dependiendo de si es la primera sesión y del estado de salud de la persona que recibe el masaje.
Técnicas complementarias
Constantemente se incorporan nuevos métodos que integran herramientas para complementar la terapia de la reflexología, como la acupresión y otras terapias energéticas. Se trata de relajar y equilibrar el cuerpo y la mente ofreciendo a cada persona una sesión única acorde a sus necesidades.
Posibles reacciones durante la sesión y entre sesiones
La reflexología podal suele ser bien aceptada aunque pueden darse algunas reacciones que se tendrán en cuenta para adecuar la terapia en cada sesión y entre éstas.
Durante la sesión
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- Molestia o dolor momentáneo durante el masaje de un punto reflejo, sobre todo la primera vez. Se puede continuar la terapia en otras zonas y volver luego a la zona que presenta afección.
- Sudoración excesiva.
- Sensación de frío.
Entre sesiones
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- Cambios gastrointestinales.
- Mayor secreción nasal, bronquial o vaginal.
- Aumento de la diuresis.
- Cefaleas de corta duración.
- En personas diabéticas, deberá realizarse un mayor control del nivel de glucosa en sangre.
Estas reacciones son consecuencia de la estimulación de los procesos de regulación del organismo que favorece sus defensas y promueve la eliminación de desechos y toxinas. Por tanto, deben apreciarse de forma positiva.
Beneficios de la reflexología podal
Las bondades de los efectos de esta terapia en el organismo son muchas:
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- Equilibra los sistemas orgánicos.
- Modera y reduce los estados de estrés y ansiedad.
- Disminuye los dolores de cabeza y las migrañas.
- Relaja y favorece el descanso.
- Estimula las defensas del organismo.
- Activa el sistema linfático y favorece la eliminación de toxinas.
- Mejora la circulación sanguínea.
Indicaciones y contraindicaciones de la reflexología podal
Los beneficios anteriormente mencionados convierten a la reflexología en una disciplina adecuada para una amplia variedad de alteraciones orgánicas.
Indicaciones
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- Afecciones gastrointestinales y digestivas.
- Desequilibrios hormonales.
- Problemas ginecológicos.
- Afecciones dérmicas.
- Trastornos respiratorios.
- Episodios de ansiedad y estrés.
- Dolores de espalda.
- Lesiones articulares y musculares.
Éstas son solo algunas de las afecciones que pueden beneficiarse de esta terapia. El organismo entero se ve reflejado en los pies. La reflexología puede por tanto aliviar y ayudar a resolver alteraciones en órganos y sistemas de forma no agresiva y complementaria con otras terapias o tratamientos alopáticos.
Contraindicaciones
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- Procesos febriles en curso.
- Dolores fuertes.
- Hemorragias.
- Embarazo, ante todo con riesgo de aborto o parto prematuro.
- Presencia de heridas, llagas, quemaduras o lesiones en los pies.
- Procesos oncológicos, sobre todo con metástasis.
- Procesos infecciosos agudos.
- Enfermedades que requieren intervención quirúrgica.
- Flebitis.
- Trombosis venosa profunda.
Existen otras partes del cuerpo donde también se refleja todo el organismo: las manos y los pabellones auriculares, esto es, la reflexología de manos y la reflexología auricular. A través de la estimulación de los puntos reflejos se actúa en diferentes zonas corporales.