¿Te duele la boca al masticar o al bostezar?¿Notas un dolor insidioso que irradia hacia el oído? ¿Aprietas los dientes sin querer? Ante estas molestias, la mayoría de las personas piensan en acudir al dentista o al otorrino. Sin embargo, en muchas ocasiones, la causa hay que buscarla en una anomalía mecánica o funcional de la columna vertebral cervical.
Y, aunque puede ser necesaria la intervención del odontólogo u otro profesional de la salud para solucionar alguna de las consecuencias, es primordial buscar y tratar la causa primaria.
Este es el caso de las afectaciones de la articulación temporomandibular (ATM).
Índice
Breve repaso a la articulación temporomandibular (ATM)
La articulación temporomandibular (ATM) conecta el hueso maxilar inferior o mandíbula con el hueso temporal del cráneo. Es la única articulación móvil de la cabeza y está compuesta por:
- la fosa mandibular del hueso temporal
- el disco articular cartilaginoso
- el cóndilo de la mandíbula
- los ligamentos adyacentes (uno lateral y uno medial)
Antes de continuar es interesante aclarar los siguientes conceptos:
- Maxilar es cada uno de los huesos que forman la boca de los vertebrados y en cada uno de ellos se alojan los dientes. El maxilar inferior recibe el nombre de mandíbula y el maxilar superior es maxilar.
- Cada una de las dos ATM que tenemos los vertebrados está situada en cada lateral de la cabeza y se divide en dos partes separadas el disco articular. La parte superior (fosa mandibular del hueso temporal y disco articular) se encarga del movimiento de traslación de la articulación y la parte inferior (disco articular y cóndilo de la mandíbula) posibilita los movimientos de rotación.
Los músculos implicados son los siguientes.
- Músculos masticadores: masetero, temporal, pterigoideo lateral, pterigoideo medial.
- Músculos infrahioideos (al actuar sobre el hueso hioides, actúan también sobre la columna vertebral cervical y la mandíbula): esternohioideo, omohioideo, esternotiroideo, tirohioideo.
La articulación temporomandibular interviene en la masticación, la deglución, el habla, algunas expresiones faciales y la respiración.
De hecho, las ATM colaboran en unos 1800 movimientos diarios de apertura y cierre de la boca, muchos de ellos realizados de forma inconsciente.
Clasificación de los trastornos de la articulación temporomandibular
Los trastornos que afectan a la ATM suelen estar clasificados de la siguiente forma.
- Trastornos de la musculatura implicada. Aparecen por tensión, estrés y /o cansancio de los músculos que controlan la mandíbula pudiendo causar alteraciones en la movilidad articular aunque la articulación en sí no presente ningún problema. Algunos de estos trastornos son dolor miofascial, fibromialgia, contracturas o bruxismo.
- Trastornos debidos a alteraciones articulares que causan una asimetría interna. Pueden deberse a un desplazamiento del disco, una luxación mandibular, anomalías en el crecimiento de la mandíbula, …
- Trastornos por degeneración o inflamación articular como la artrosis o la artritis de la ATM.
Según la prevalencia de estos trastornos, tres de cada cinco personas afectadas son mujeres de entre 20 y 45 años.
¿Qué causa la aparición de los trastornos en la ATM?
En muchas ocasiones es muy difícil concretar el motivo exacto que da lugar al trastorno. Algunos estudios establecen la confluencia de distintos factores en su aparición: genéticos como son la genética, el estrés o las emociones. Igualmente, se examinan si las diferencias estructurales y mecánicas de la ATM entre hombres y mujeres podría explicar la prevalencia femenina.
Estas son algunas de las causas más probables:
- Desórdenes congénitos y del crecimiento
- Maloclusión de la boca que afecta al cartílago de la ATM
- Subluxación del cóndilo de la articulación por laxitud ligamentosa. Puede deberse a una apertura bucal excesiva y mantenida. En ocasiones, causa el desplazamiento del disco articular.
- Pérdida de piezas dentales.
- Adherencias del disco articular con una de las superficies articulares (fosa mandibular o cóndilo).
- Calcificación de los ligamentos de la articulación o fusión de los huesos (anquilosis) debido a una infección o a la artritis reumatoide.
- Estrés.
- Bruxismo.
- Infecciones.
- Traumatismo.
Sintomatología de los trastornos temporomandibulares
La sintomatología de los desórdenes articulares de la ATM están ligados a la estrecha relación entre el cráneo, la ATM y la columna vertebral cervical, de forma que cualquier alteración en una de las estructuras incide en el resto.
El músculo esternocleidomastoideo y la musculatura infra y suprahioidea conectan la columna vertebral a nivel cervical con el cráneo y la mandíbula.
A nivel fascial (fascia superficial, intermedia y profunda) se establecen conexiones entre el músculo temporal, masetero, esternocleidomastoideo, pterigoideos, suprahioideos y trapecio.
También existe conexión en la inervación motora de la mandíbula y del área cervical a través de las ramas nerviosas cervicales y el nervio trigémino que se encarga de la motricidad de la mandíbula, de los músculos de la masticación y de transportar gran parte de la información sensitiva a la cara y a la cavidad oral.
Por ello, una afectación de la ATM puede causar problemas y alteraciones en el cráneo y el área cervical y viceversa.
Los síntomas más comunes son:
- Dolor en una o en ambas ATM.
- Dolor en la cara o el cuello.
- Dolor alrededor o en el oído.
- Cefaleas en uno a ambos lados de la cabeza.
- Acúfenos.
- Crepitaciones articulares.
- Dolor y rigidez muscular.
- Cambios en el encaje de los dientes entre sí.
Manipulaciones manuales para los trastornos de la articulación temporomandibular
El abordaje de los trastornos temporomandibulares es complejo y multidisciplinar. Debido a la sintomatología y a las posibles estructuras implicadas suelen intervenir dentistas, ortodoncistas, terapeutas manuales y osteópatas. En ocasiones, también se necesita requerir la asistencia de un otorrino, un psicoterapeuta o incluso un cirujano maxilofacial en casos más graves.
Una gran parte de los desórdenes mandibulares se deben a alteraciones posturales y disfunciones cervicales en las que las técnicas manuales pueden ayudar mucho.
Las técnicas manuales y osteopáticas son adecuadas para:
- Recuperar la correcta funcionalidad y mecánica de la articulación temporomandibular.
- Reajustar la dinámica musculoesquelética de la columna cervical.
- Relajar y descontracturar los tejidos blandos y los músculos alrededor de la articulación.
- Aplicar técnicas de presión en los puntos gatillo miofasciales.
- Estiramientos cervicales y movilizaciones craneales.
- Corregir hábitos posturales.
Los terapeutas manuales abordan los desajustes desde una perspectiva global y holística que contempla la relación entre las diferentes estructuras del cuerpo humano (articulaciones, músculos, órganos,…) posibilitando devolver la funcionalidad y el equilibrio en general.
“Permite que la función fisiológica interna del cuerpo se manifieste, antes de aplicar fuerzas externas sin sentido.” William Garner Sutherland, osteópata estadounidense fundador de la terapia craneosacral.