La vejez no es una enfermedad en sí, sino una etapa del recorrido vital de las personas. No existe un criterio único para definir la vejez, algunas personas la asocian a la edad cronológica y otros lo hacen al progresivo deterioro físico y mental.
Sea cual sea el baremo para encasillar la vejez, es incuestionable que esta etapa de la vida es universal y afecta a todos los individuos de la especie, conllevando una serie de cambios endógenos en el físico y la mente que se producen de forma progresiva.
No todos envejecemos igual. El mantenimiento del vigor físico y la lucidez mental y la capacidad de seguir motivados dependen de muchos factores como los hábitos de vida, la genética o el entorno social, cultural y económico, que varían muchísimo de unos individuos a otros.
No obstante, existe una tendencia generalizada a crear estereotipos en torno a la vejez, dotándola de un significado negativo e incluso peyorativo que dificulta aún más esta época de nuestra vida.
Índice
Cambios en la etapa de la vejez
Al igual que en las otras etapas vitales, el envejecimiento implica de manera natural cambios biológicos, físicos y psicológicos que, a su vez, van ligados a cambios sociales.
Los explicamos a continuación.
Cambios biológicos
Con los años disminuye la capacidad de renovación de nuestras células. Los diversos agentes externos, físicos y químicos, que nos afectan a lo largo de nuestra existencia más los agentes intrínsecos a nuestra propia genética afectan a la respuesta celular, desequilibrando su adaptación e intensificando la apoptosis o muerte celular.
La progresiva pérdida neuronal afecta a la estructura de nuestro sistema nervioso, las neuronas disminuyen de tamaño y dificultan la sinapsis.
Cambios físicos
La acumulación de daños celulares conlleva cambios cardiovasculares, respiratorios, musculares, óseos, en el tracto gastrointestinal, en el tracto genitourinario, pérdida de la agudeza de los órganos sensoriales, afecta al sistema tegumentario y desciende la capacidad motriz.
Cambios psíquicos
La capacidad intelectual de las personas se ralentiza con el paso de los años. De hecho, a partir de los treinta años, la aptitud mental inicia un descenso progresivo que, en la vejez, se acompaña de dificultades en la memoria, en el proceso de elaboración de pensamientos y alteraciones del lenguaje y la expresión.
Cambios sociales
La vejez es una etapa que comporta cambios sociales importantes. El rol de la persona cambia en la familia y en el ámbito laboral. En una sociedad como la nuestra, enfocada al trabajo y a la actividad, se hace difícil la adaptación a la jubilación, a la merma de recursos económicos y a la estigmatización y la soledad que, en no pocas ocasiones, acompaña el tramo final de nuestra vida.
El masaje como elemento de comunicación vital
La terapia de masaje aporta muchos beneficios a las personas mayores, como detallaremos más adelante. Uno de estos beneficios, tal vez el más importante, es intangible y muy valioso: la comunicación.
Cada vez son más las evidencias de la vinculación entre la soledad impuesta y las enfermedades. El ser humano necesita ser escuchado, atendido y tocado y esto es algo que se olvida fácilmente en la vejez.
El masaje geriátrico ayuda a paliar el aislamiento físico y mental de la persona. El quiromasajista escucha y habla con sus manos, consiguiendo reconectar al individuo con su cuerpo y su mente, recuperando sensaciones placenteras y aumentando su autoestima.
Los efectos del quiromasaje aportan conciencia del valor íntegro de la persona como merecedora de cuidado y atención, logrando una percepción más fuerte y capaz de sí mismo.
Beneficios del masaje en las personas mayores
Los cambios a nivel celular que mencionamos antes desencadenan síntomas característicos de la etapa de la vejez como son el dolor articular, la falta de flexibilidad, la tensión y rigidez muscular y la mayor fragilidad ósea.
Los efectos positivos de la terapia de masaje se concretan en los siguientes puntos:
- Mejora del umbral del dolor y la rigidez en las patologías osteoarticulares. El quiromasaje es una excelente herramienta para aliviar el dolor crónico que a menudo sufren las personas mayores, como la artritis o el dolor de espalda. A través de manipulaciones suaves y precisas, se pueden aliviar tensiones musculares y reducir la inflamación, proporcionando un alivio natural y duradero.
- Aumento del rango del movimiento de músculos y articulaciones. Mediante la relajación de los músculos y el alivio del dolor, el quiromasaje puede mejorar la movilidad de las personas mayores. Esto les permite mantener una mayor independencia y participar más activamente en las actividades de la vida diaria, lo que a su vez mejora su autoestima y calidad de vida.
- Disminución de la probabilidad de lesiones al mejorar la funcionalidad.
- Mejora de la circulación sanguínea y linfática.
- Mejora del descanso y los hábitos de sueño aumentando la capacidad de recuperación del cuerpo.
- Disminución de los niveles de cortisol y por tanto del estrés, y aumento de los niveles de serotonina, endorfina y oxitocina con la consiguiente relajación física y mental.
- Alivio de la ansiedad y la depresión. El sentido del tacto transmite cuidado y escucha.
- Reconexión con el yo íntegro de la persona. El beneficio de las manos del masajista sobre los tejidos blandos no solo actúan sobre los músculos y las articulaciones. La piel, el órgano más grande del cuerpo humano, contiene distintos tipos de receptores que captan el efecto de las diferentes técnicas del masaje y envían señales al cerebro. En consecuencia, se activan diferentes mecanismos fisiológicos que aumentan el bienestar emocional.
El hábito cotidiano de la práctica de masaje mejora la salud global de las personas mayores y ayuda a mantener un estilo de vida activo y motivado.
Cómo es un masaje geriátrico
No existe un protocolo determinado para este tipo de masaje. El quiromasajista emplea las técnicas que considera más idóneas en función de las condiciones y características físicas de cada persona.
Las sesiones suelen ser más breves que en otros tipos de masaje, alrededor de los treinta minutos, dedicando unos momentos, antes y después, a la escucha activa. Los movimientos son suaves y relajantes con el fin de aliviar la tensión y el dolor y mejorar la circulación sanguínea.
Se utilizan movilizaciones pasivas y estiramientos suaves de músculos y articulaciones para aumentar la flexibilidad y el rango de movimiento.
Como hemos comentado en otros artículos, un ambiente cálido y confortable contribuye al bienestar y a la predisposición de la persona que va a recibir el masaje. Una música suave y un aroma agradable colaboran a brindar una experiencia más óptima.
El masaje geriátrico atenúa los síntomas de varias patologías
El quiromasaje, el drenaje linfático y la reflexoterapia son algunas de las disciplinas manuales que pueden ayudar y mucho a aliviar las molestias asociadas a determinadas patologías de la edad, como son:
- Falta de tono muscular
- Artrosis
- Dificultades de movilidad
- Problemas de sueño
- Edemas
- Molestias gástricas
- Cansancio
La mejora del tono vital y la autonomía generan también una mayor seguridad y confianza que redunda en un aumento del bienestar que atenúa o hace más soportables los síntomas asociados a las patologías propias de las personas mayores.
Contradicciones del masaje geriátrico
Al igual que con otros tipos de masaje o terapias manuales, existen algunas situaciones en las que nos abstendremos de efectuar el servicio. Entre otras:
- Áreas corporales inflamadas o con hematomas
- Huesos rotos
- Trastornos cardíacos
- Coágulos sanguíneos
- Cirugías recientes
- Dolores agudos
- Toma de medicamentos anticoagulantes
- Cáncer
Antes de iniciar un protocolo de masaje, seremos especialmente cuidadosos en la elaboración de la anamnesis, considerando las condiciones físicas específicas de cada persona, las dolencias que padece, la medicación que toma y sus hábitos de vida.
En personas mayores sanas o con patologías controladas, es muy aconsejable la práctica del masaje y, debido a la suavidad de la técnica, no comporta efectos adversos.
El masaje es una gran herramienta para promover el cuidado y el mantenimiento de la salud a lo largo de la vida y nunca es tarde para integrarlo en nuestra rutina. En el caso de las personas mayores, el masaje contribuye a aumentar su energía y calidad de vida.
Desafíos del quiromasaje en la tercera edad
La población anciana presenta desafíos únicos. Algunos de los desafíos más importantes con los que hay que lidiar a la hora de considerar el masaje geriátrico son los siguientes:
- Hay una mayor incidencia de enfermedades, uso de medicamentos, deterioro físico y discapacidad Algunos clientes mayores están activos, mientras que otros están inactivos. Los quiromasajistas deben considerar estos factores al formular un plan de acción y conocer muy bien cada situación particular.
- Es importante diferenciar individualmente entre sujetos fuertes y sujetos frágiles, en términos de resistencia y de fatiga.
- A medida que el cuerpo de la persona anciana se debilita, el quiromasajista debe tener en cuenta muchos factores anatómicos y fisiológicos que influyen en su deterioro.
- Con la edad, la piel comienza a perder elasticidad, volviéndose delgada y frágil. Disminuye la grasa subcutánea, lo que lleva a la intolerancia al frío. La pigmentación aumenta en varios puntos, que pueden aparecer como manchas hepáticas (lentigo senil), se producen cambios premalignos como la queratosis actínica o se pueden desarrollar cánceres de piel como el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas.
- Los huesos y las articulaciones comienzan a perder integridad. La osteoartritis es probable dentro de las articulaciones que soportan peso. Se observará una pérdida anual de masa ósea y muscular que coincidirá con la disminución hormonal. Los ligamentos y los tendones pierden elasticidad, lo que reduce la flexibilidad y la coordinación.
- Las disminuciones en la tonicidad y la fuerza muscular, junto con los déficits neurológicos, pueden crear marchas y posturas inestables. La sarcopenia y la osteopenia, la disminución de los músculos y los huesos, respectivamente, pueden ocurrir y la tasa de disminución depende de los niveles de aptitud física, las elecciones dietéticas y la naturaleza de la ocupación y las actividades de uno.
- En las mujeres disminuyen los niveles de estrógenos y disminuyen las funciones ováricas. Pueden desarrollarse fibromas y trastornos del piso pélvico.
- En los hombres, la testosterona puede disminuir constantemente. Pueden ocurrir alteraciones del flujo urinario ya que la próstata puede presentar hipertrofia benigna. La función pancreática puede disminuir, dando lugar a diabetes tipo 2 y/o hipoglucemia. Se puede formar un bocio, una tiroides agrandada, a medida que disminuye la producción de hormona tiroidea, lo que reduce el metabolismo y aumenta el aumento de peso.
- La función respiratoria puede verse muy afectada debido a la incapacidad de los pulmones para defenderse de los patógenos y los contaminantes ambientales. El riesgo de infección respiratoria aumenta a medida que uno envejece, ya que los ancianos tienen más riesgo de infecciones de las vías respiratorias superiores.
- La placa arterial puede acumularse dentro de las paredes arteriales, lo que lleva a la aterosclerosis. Puede resultar en hipertensión, lo que conduce a enfermedad de las arterias coronaria y carótida y la formación de aneurismas. Las venas varicosas pueden aparecer en cualquier lugar (no solo en las piernas) una vez que la presión aumenta lo suficiente como para dañar las válvulas dentro de las venas.
Tener esto en cuenta ayudará no solo a encontrar la mejor forma de atender a la población mayor, sino también de entenderlos y comunicarse con ellos.
“Envejecer es todavía el único medio que se ha encontrado para vivir mucho tiempo.” (Charles Augustin Sainte-Beuve – Escritor francés)