Las maniobras y manipulaciones son imprescindibles durante una sesión de quiromasaje. Cada una tiene un objetivo diferente y deben combinarse de de forma progresiva, para hacer entrar en calor el cuerpo.
Un buen deberá conocer con precisión la mecánica de cada una de ellas y sus efectos fisiológicos.
Índice
Pases magnéticos sedantes
Los pases magnéticos, pases sedantes o, simplemente pases, son maniobras que se pueden utilizar al principio o al final de cada sesión. Se realiza con la yema de los dedos y de forma suave, justo rozando la piel.
Tienen un efecto sedante del sistema nervioso, por lo que en algunos casos, como en individuos excesivamente nerviosos o agitados, se pueden emplear al principio del protocolo, con la intención de calmarlos.
Vaciaje venoso
El vaciaje venoso, drenaje o vasoconstricción, tiene un potente efecto de ayuda a la circulación venosa, por lo que las manos deberán adaptarse completamente a la zona donde se aplica, con una presión que variará en función de la sensibilidad dolorosa del usuario y de la presencia de edema, siendo menos profunda en el primer caso y más profunda en el segundo.
Es una maniobra que debe aplicarse en sentido centrípeto, desde la periferia hacia el corazón, que es la dirección de la circulación venosa.
Amasamientos
Los amasamientos pretenden comprimir, estrujar, presionar, retorcer y exprimir un músculo con la intención de relajarlo. Existen varios tipos de amasamientos que se denominan en función de la parte de nuestras manos que entren en contacto con la anatomía del usuario.
Se procurará utilizar una gran profundidad en la aplicación de estas maniobras para conseguir una mayor relajación muscular, aunque respetando siempre la regla del “no dolor”.
Amasamiento digital
Este amasamiento consiste en efectuar círculos pequeños, excéntricos, alternos e independientes con las yemas de los cuatro últimos dedos y el borde radial del pulgar.
Amasamiento digitopalmar
El amasamiento digitopalmar o palmodigital utiliza todos los dedos además de la palma de la mano para aplicarse, de tal manera que separamos el primer dedo del resto, que permanecerán unidos.
Una vez colocados en la posición explicada, se procederá a acercar los cuatro últimos dedos hacia el primero, y el primero hacia los cuatro últimos, dotando a éstos de un componente de movimiento excéntrico o concéntrico, con la intención de arrastrar una mayor cantidad de tejido.
Amasamiento nudillar múltiple
Es muy parecido al amasamiento digital, pero en lugar de contactar con la yema de los cuatro últimos dedos, se contactará con la cara dorsal de las terceras falanges, o sea, conde están situadas las uñas. El pulgar se colocará en la misma posición que en amasamiento digital.
Amasamiento nudillar simple
Es idéntico al precedente, pero solo se usan el primer y segundo dedo, flexionando y levantando los tres últimos con la intención de que no contacten con la piel del usuario.
Se suelen aplicar en zonas más pequeñas, por lo que suelen ser más analíticos.
Amasamiento pulpopulgar
Para este movimiento vas a utilizar solo el pulpejo de los pulgares con círculos alternos y excétricos. Se puede hacer ascendiendo, descendiendo o en un punto fijo.
Percusiones
Son maniobras que tienen un potente efecto estimulante, por lo que es recomendable aplicarlas al final del protocolo o, como preparación de la actividad física.
Consisten en movimientos, alternos, rápidos y superficiales, en los que se pueden utilizar diferentes partes de las manos.
Percusión digital
Se contactará con la punta de los dedos, colocando las manos en posición de “garra”.
Percusión palmar
Para ejecutar esta maniobra debes percutir con la palma de la mano plana y de forma que no se produzca ningún dolor. Al hacerlo, se forma en la zona tratada una gran hiperemia.
Percusión cóncava
Se ejecuta con la mano en forma cóncava y el pulgar haciendo de «cierre» para la cavidad.
Se hace como una especie de ventosa, por lo que se activa la circulación sanguínea en su interior y el tejido interno. Se puede realizar con las dos manos de forma alternativa o con una sola mano.
Percusión cubital
Con la mano relajada y los dedos ligeramente separados, se provoca un movimiento de desviación radio-cubital de las muñecas, contactando con el borde cubital del quinto dedo o con el borde cubital de la mano.
Percusión nudillar
Cerramos el puño y se percute con los nudillos. Esta percusión se reserva a zonas densamente musculadas como la región glútea.
Fricciones
Una fricción es un roce de dos planos en distintos sentidos. Existen una gran variedad de fricciones en función del dibujo que realicen nuestras manos.
Los efectos que producen son la elevación de la temperatura, la hiperemia y la analgesia, por lo que es muy adecuado aplicarlas al principio del protocolo, a modo de maniobra preparatoria.
Tecleteos
Los tecleteos son percusiones en las que se emplean las yemas de los dedos en secuencia alterna y suave, haciendo recordar el uso de un teclado.
Pinzado Rodado
Es una maniobra con un fuerte efecto hiperémico. Se coge un pliegue de piel entre el pulgar y el resto de los dedos y se arrastra hacia otra zona sin perder el contacto, para ello, se utilizará un movimiento alterno de los cuatro últimos dedos, como si “caminaran” sobre la piel.
Vibraciones
Se colocarán los dedos o toda la mano sobre la cubierta corporal y, contrayendo de manera simultánea e isométrica la musculatura de los brazos, se transmitirá un temblor en las partes de contacto, produciendo un efecto relajante.
Fricción profunda
Es la maniobra más intensa de la técnica. Se suele aplicar directamente sobre las contracturas musculares, por lo que el profesional deberá poseer conocimientos de anatomía palpatoria.
Se llama profunda porque lo que pretende friccionar es el músculo, no la piel, por lo que la zona de contacto de nuestros dedos, mano o, incluso codo, no deberá pasar por encima de la piel, de esa manera la fricción se realizará sobre las fibras musculares.
Presiones
Son maniobras altamente analgésicas. Las zonas de contacto pueden ser la yema de los dedos, el talón de las manos, la palma, los nudillos.
Se localiza una zona dolorosa, generalmente coincidente con la ubicación de una contractura muscular, se ejerce una presión justo al límite del dolor, se mantiene hasta que el usuario nos dice que el dolor ha desaparecido, entonces, se aumenta la presión de nuevo hasta que el usuario nos comenta que comienza a sentir dolor, se vuelve a mantener hasta que nos vuelve a comentar el cese de la sensación y, se repite una tercera vez.