El masaje puede ser un buen complemento para tratamiento de la espondilitis anquilosante para algunas personas. Sin embargo, las personas que estén considerando el quiromasaje para ayudar a aliviar los síntomas de la espondilitis anquilosante, primero deben hablar con su médico para que este analice si el masaje es seguro para ellas y qué técnicas pueden funcionar mejor en cada caso en concreto.
Índice
La espondilitis anquilosante
La mayoría de las personas con espondilitis anquilosante están acostumbradas a tener dolor en la parte baja de la espalda y otras áreas cercanas. Aunque ciertos medicamentos pueden aliviar el dolor y la inflamación, es posible que no sean suficientes. A veces, la terapia de masaje puede ayudar.
La espondilitis anquilosante es un tipo de artritis. Como toda artritis, la espondilitis anquilosante implica la inflamación de las articulaciones y el cartílago. Pero la espondilitis anquilosante es diferente, porque normalmente se dirige a los tejidos entre las vértebras de la columna vertebral y las articulaciones donde la pelvis se encuentra con la columna vertebral.
Además del dolor articular causado por la inflamación, las personas con espondilitis anquilosante también pueden desarrollar dolor muscular. Tener dolor y rigidez en las articulaciones puede hacer que se altere la forma en que el enfermo se mueve, se para, se sienta y se acuesta.
Cuando la persona comienza a usar posturas que no son naturales para tu cuerpo, lo que ocurre es que ejerce una presión adicional sobre los músculos que no están acostumbrados a trabajar tan duro. Los músculos sobrecargados se cansan y duelen.
Quiromasaje en caso de espondilitis anquilosante
Si tienes espondilitis anquilosante, un masaje puede ser mucho más que un modo de relajarte y cuidarte. Si sufres esta enfermedad, el quiromasaje puede calmar el cuerpo y ayudar a calmar la mente de muchas maneras, así como aliviar el dolor y la rigidez muscular. También puede ayudar a mejorar la flexibilidad debido al aumento de la circulación sanguínea.
Una técnica que suele funcionar muy bien en casos de espondilitis anquilosante es el masaje de tejidos blandos, que incluye estiramiento, vibraciones, movimientos circulares, amasamientos, movimientos largos de deslizamiento y balanceo leve de la zona del sacro. Pero esto depende de caso concreto, del avance o momento de la enfermedad y de los síntomas de cada uno.
Después del quiromasaje, puede ser útil aplicar calor húmedo para ayudar a reducir y aliviar los espasmos musculares. O, si un área está inflamada, aplicar hielo para ayudar a reducir la hinchazón.
Precauciones
Hay que tener en cuenta que, para algunas personas, el masaje puede desencadenar un brote de espondilitis anquilosante. No obstante, mientras el quiromasajista trabaje los músculos y no las articulaciones, no debería causar ningún problema. No obstante, el paciente debe avisar siempre que sienta alguna molestia. De hecho, el quiromasajista debe comunicar y dejar claro la importancia de avisar en caso de dolor.
En cualquier caso, muchos expertos recomiendan evitar el masaje de tejido profundo si una persona tiene un brote de espondilitis anquilosante.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que el masaje en caso de espondilitis anquilosante puede tener efectos secundarios. Estos pueden incluir formación de coágulos de sangre, daño o lesión a los nervios y fractura de hueso. De ahí la importancia de consultar con el médico y ponerse en manos de un especialista que tenga conocimientos y experiencia suficientes como para tratar a personas con este tipo de problema de salud.
Las personas con espondilitis anquilosante pueden encontrar que un masaje puede aliviar temporalmente el dolor de espalda relacionado con su dolencia. Sin embargo, para algunas personas, puede empeorar los síntomas.
Por ese motivo es importante buscar asesoramiento médico y tener esto en cuenta a la hora de seleccionar un especialista en quiromasaje con conocimientos específicos y experiencia. La mayoría de los efectos secundarios del masaje son leves, pero pueden incluir un aumento del dolor durante unos días después del masaje. En cualquier caso, si hay molestias durante el masaje es importante avisar y cambiar de técnica o dejar de aplicar el masaje.