El dolor es una de las quejas médicas más comunes, especialmente el dolor de espalda. Aunque la primera respuesta natural al dolor suele ser buscar cualquier medicamento para aliviarlo, en realidad esta no siempre es la mejor forma de hacerle frente.
Índice
Cómo hacer frente al dolor
El dolor crónico es una realidad para muchas personas. Dependiendo de la causa del dolor, hay una variedad de medicamentos que pueden ayudar. Los analgésicos e incluso los opioides son medicamentos que a menudo se recetan (o se toman sin receta) para aliviar el dolor. El caso de los opioides es especialmente delicado, debido al alto riesgo de adicción y abuso, por lo que deben usarse solo como último recurso.
Además, los medicamentos tienen efectos secundarios y riesgos que se suelen pasar por alto.
Una forma de hacer frente al dolor, cuando es de tipo muscular, es el quiromasaje. No tienen efectos secundarios ni riesgos conocidos, aparte del dolor ocasional en el área tratada durante 1 o 2 días después del masaje.
Los quiromasajistas son profesionales capacitados que pueden realizar manipulaciones de la columna, movilizaciones de articulaciones y técnicas de tejidos blandos para mejorar el dolor crónico en el cuello o la espalda. Pueden usar calor, frío, ultrasonido o estimulación eléctrica para aliviar los espasmos musculares que resultan del dolor crónico.
Además, no recetan medicamentos y permiten que sus clientes eviten los riesgos asociados con ellos.
¿Funcionan los medicamentos para afrontar el dolor?
El quiromasaje puede ser una gran alternativa cuando los medicamentos nos funcionan. Y no funcionan con mucha frecuencia.
Según un estudio publicado realizado por investigadores del Instituto George para la Salud Global de Australia, solo una de cada seis personas que tomaron antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para el dolor descubrió que les proporcionaba un alivio significativo.
Lo que es más preocupante es que los científicos, tras revisar los estudios clínicos retrospectivos en los que participaron más de 6000 pacientes, descubrieron que, independientemente de que tomaran naproxeno, ibuprofeno o acetaminofeno, las personas tenían muchas más probabilidades de sufrir efectos secundarios negativos cuando tomaban esos medicamentos, y algunos de esos efectos secundarios eran graves.
Los investigadores encontraron que las personas que tomaban analgésicos tenían 2,5 veces más posibilidades de tener problemas estomacales, como sangrado y úlceras, independientemente de si los medicamentos que tomaban eran recetados o estaban disponibles sin receta.
Al observar más de cerca por qué los medicamentos populares no brindan el alivio que buscan los pacientes, los autores del estudio señalan que no todos los dolores de espalda son causados por lo mismo, y que los antiinflamatorios no esteroideos solo están diseñados para tratar la inflamación. Si un paciente sufre de artritis u otra afección inflamatoria, es probable que lo ayuden, pero si tiene una afección relacionada con los nervios como la ciática, es probable que los medicamentos no hagan nada y pueden estar causando problemas adicionales.
Incluso aquellos que tienen condiciones inflamatorias corren el riesgo de sufrir efectos adversos de la medicación. Es por eso que los cirujanos de columna tienden a recomendar esteroides orales, que pueden ser más efectivos, así como terapias y protocolos alternativos que pueden brindar una respuesta más sostenible.
Cómo manejar el dolor sin medicación
Para aquellos que quieren encontrar una respuesta al dolor de espalda que no involucre medicamentos, abundan las respuestas. Los médicos sugieren que el uso de calor o hielo puede proporcionar una cantidad sorprendente de alivio, y que los pacientes deben experimentar para encontrar cuál funciona mejor para ellos. Otras opciones incluyen tanto el ejercicio como los masajes. El objetivo de ambos es fortalecer los diversos músculos que sostienen y rodean la columna vertebral.
Para muchos, perder el exceso de peso también puede aliviar parte del estrés al reducir la carga que debe soportar la columna vertebral. También se ha demostrado que los ejercicios de estiramiento brindan enormes beneficios, ya que al alargar los músculos puede liberar la tensión y reducir los espasmos.
Las clases de yoga y pilates a menudo son extremadamente útiles, aunque antes de comenzar cualquier tipo de programa de ejercicios, es importante consultar con el médico especialista para asegurarse de que los movimientos específicos no empeoran el problema.