La dispepsia funcional es un trastorno digestivo al que los afectados no suelen responder bien a los tratamientos convencionales.
En el Congreso Nacional de Semergen (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria), celebrado a principios de octubre de 2024, se ha abordado el papel de los fitofármacos como una alternativa viable y eficaz. En este artículo explicamos qué es la dispepsia funcional y cómo la fitoterapia ayuda a su tratamiento.
Índice
Dispepsia funcional: ¿Qué es?
La dispepsia funcional es un trastorno digestivo muy frecuente que afecta a la calidad de vida de los afectados. Los datos de su prevalencia varían según las fuentes, por ejemplo, un estudio de 2022 estima que afecta al 10%–30% de los adultos y al 3,5%–27% de los niños en todo el mundo, mientras que otra publicación determina una prevalencia que oscila entre el 22% y el 56%, aunque solo alrededor del 30% de las mismas acude al médico para tratarla. Sea como fuere, la dispepsia afecta a un número importante de personas que sufren sus síntomas.
Síntomas de la dispepsia funcional
El nombre de esta afección ya nos indica en qué consiste: dispepsia proviene del latín dȳspēpsĭă, y este del griego δυσπεψία, formado por el prefijo privativo δυσ- (dys-) y la palabra πέψις (pepsis) ‘digestión’.
La dispepsia es una indigestión o mala digestión recurrente, cuyos síntomas pueden prolongarse durante meses, bien de forma crónica o intermitente. Estos son los síntomas habituales:
- Ardor y dolor de estómago que no está relacionado con el alimento o que incluso se calma al comer
- Sensación de plenitud al comer, aunque la comida no sea abundante
- Hinchazón
- Eructos excesivos
- Náuseas
En función de la sintomatología se distinguen dos tipos de dispepsia funcional:
- Síndrome de distrés posprandial. Se caracteriza por la sensación de plenitud incluso antes de acabar de comer una comida normal.
- Síndrome de dolor epigástrico. El epigastrio es la región abdominal situada debajo del reborde costal, en la zona central del abdomen, entre el apéndice xifoides, los rebordes de los arcos costales y el ombligo, limitada lateralmente por las líneas medioclavicular derecha e izquierda. Comprende los siguientes órganos: esófago, estómago, hígado, bazo, páncreas, riñones, glándulas suprarrenales, uréteres, intestino delgado y colon transverso. El dolor epigástrico se manifiesta con ardor de estómago, dolor y calambres. Puede ser constante o intermitente y suele empeorar tras comer o acostarse. También puede dar náuseas, vómitos y gases.
Diagnóstico de la dispepsia funcional
La dispepsia funcional se denomina de este modo porque no se conocen las causas que la originan. A diferencia de la dispepsia orgánica, donde existe una causa conocida (anatómica, bioquímica, metabólica, fármacos o sustancias, microbiológica, etc.) que justifica los síntomas y puede diagnosticarse mediante pruebas médicas, en el caso de la dispepsia funcional el médico debe excluir todas las otras causas posibles, evaluando los síntomas y realizando exámenes clínicos y pruebas varias que determinen resultados negativos respecto a otros trastornos.
Además, para diagnosticar la dispepsia funcional se requiere que los síntomas sean duraderos. Concretamente, que exista un periodo de seis meses de duración de los que tres de ellos deben ser consecutivos.
Aunque no se conoce la causa de esta afección, sí se han especificado algunos factores que parecen aumentar el riesgo de padecerla. Son estos:
- Las mujeres tienen mayor probabilidad de sufrir dispepsia funcional
- El hábito del tabaquismo
- El uso habitual de determinados analgésicos de venta libre
- Padecer ansiedad o depresión
- Estar infectado por la bacteria Helicobacter Pylori
Tratamiento convencional de la dispepsia funcional
El tratamiento convencional de la dispepsia funcional se basa en la adopción de hábitos que ayuden a controlarla y en la prescripción de medicamentos que alivian la sintomatología.
Los cambios en el estilo de vida tienen que ver con la dieta y el estrés:
- Es recomendable comer más a menudo y en raciones más pequeñas, evitando tener el estómago vacío que, a veces, contribuye a manifestar alguno de los síntomas como las náuseas.
- Evitar las comidas pesadas y copiosas.
- Masticar lentamente los alimentos, sin prisas y sin tragar trozos grandes.
- No incluir en la dieta alimentos que se consideran desencadenantes de la dispepsia funcional como grasas, picantes, cafeína, bebidas carbonatadas y alcohol.
- No saltarse ninguna comida para no llegar con mucha hambre a la siguiente.
- Intentar alejar el estrés de nuestro día a día para no experimentar los conocidos “nervios en el estómago”. Según la Fundación Española del Aparato Digestivo, aunque aún no se conoce el mecanismo, sí se sabe que el estrés y la ansiedad producen o empeoran los síntomas de la dispepsia funcional y otros trastornos digestivos.
Cómo puede ayudar la Fitoterapia en el tratamiento de la dispepsia funcional
La eficacia de la Fitoterapia en el tratamiento de la dispepsia funcional y la mejora de la calidad de vida de los afectados es cada vez más reconocida gracias a varios estudios:
- Estudio clínico con una presentación compuesta a base de varios extractos hidroalcohólicos de planta fresca de Iberis amara (carraspique blanco), raíz de angélica, fruto de cardo mariano, fruto de alcaravea, celidonia, raíz de regaliz, flor de manzanilla, hoja de menta y hoja de melisa. Los resultados manifiestan su eficacia en la mejora de la sintomatología.
- Estudio clínico realizado en el Hospital Baqiyatallah de Teherán (Irán) con uno de los remedios utilizados en la medicina tradicional iraní para el tratamiento de la dispepsia funcional, las hojas de Mentha pulegium. Los resultados constatan su eficacia en la significativa disminución del dolor de estómago, la hinchazón abdominal, el dolor sordo en la parte superior del abdomen, los eructos, además de reducir la tasa de infección por Helicobacter Pylori.
- Una revisión de los artículos publicados sobre la eficacia de los preparados fitoterapéuticos en el tratamiento de la dispepsia funcional, llevado a cabo por SEFAC (Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria) ante la evidencia de su uso cada vez más extendido, mostraron la eficacia de los preparados a base de plantas medicinales para el tratamiento de la sintomatología de la dispepsia funcional.
Explicamos algunas de las plantas más utilizadas para tratar la dispepsia funcional: las lamiáceas (menta y melisa), las manzanillas, las plantas carminativas (hinojo y anís estrellado) y las plantas que protegen las mucosas (regaliz y cardamomo).
Manzanillas
Se utilizan dos tipos de manzanilla: la manzanilla amarga (Chamaemelum nobile) y la dulce (Matricaria Recutita).
- La manzanilla amarga posee propiedades digestivas, carminativas, antiespasmódicas y antiinflamatorias.
- Por su parte, la manzanilla dulce ejerce una acción antiinflamatoria, gastroprotectora y espasmolítica en el aparato digestivo.
Lamiáceas (menta piperita y melisa)
Esta familia de plantas con flores es una de las mayores del reino vegetal, incluyendo, entre muchas otras, el orégano, la albahaca y las salvias. Para el tratamiento de la dispepsia funcional se utilizan la menta piperita (Mentha x piperita) y la melisa (Melissa officinalis).
- La menta piperita posee propiedades espasmolíticas y antiulcerosas, reduciendo la secreción ácida y protegiendo la mucosa digestiva.
- La melisa calma los nervios debidos al estrés y la ansiedad; protege el sistema digestivo, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas; y su acción antiespasmódica y carminativa reduce los espasmos y calma los gases intestinales.
Carminativas (hinojo y anís estrellado)
Las plantas con propiedades carminativas previenen la formación de gases en el tubo digestivo y facilitan su expulsión, aliviando la distensión del abdomen y la flatulencia. Algunas de las plantas que hemos citado son carminativas, como la manzanilla amarga o la melisa. Las más utilizadas son aquellas cuyo fruto contiene aceite esencial rico en anetol como el hinojo (Foeniculum vulgare) y el anís estrellado (Illicium verum).
- El hinojo, además de carminativo, es antiinflamatorio, eupéptico, con lo que favorece el proceso digestivo, y antiespasmódico.
- El anís estrellado facilita la eliminación de los gases, mejora las digestiones y alivia el dolor abdominal debido a los espasmos intestinales.
Protectoras de la mucosa digestiva
Un estudio del grupo de investigación en Fisiología y Fisiopatología Digestiva del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) describe alteraciones estructurales en el duodeno de pacientes con dispepsia funcional. Estos cambios a nivel de la mucosa del duodeno causan una mayor permeabilidad de la barrera intestinal e inflamación. Las plantas con propiedades protectoras de la mucosa digestiva contribuyen a evitar la irritación de los tejidos y a prevenir la aparición de otras patologías digestivas como la gastritis o las úlceras. Entre ellas, el malvavisco (Althaea officinalis) y la regaliz (Glycyrrhiza glabra).
- Malvavisco. Su raíz es muy rica en mucílagos, por lo que es uno de los mejores demulcentes, ejerciendo una acción protectora en las mucosas. Además es antiinflamatorio y se utiliza en muchas enfermedades inflamatorias del sistema digestivo como el reflujo gastroesofágico o la hiperacidez gástrica, entre otras patologías.
- Regaliz. Uno de sus principios activos, los saponósidos, aumentan la producción de mucina, una secreción que protege contra los jugos digestivos. Posee propiedades antiinflamatorias, antiespasmódicas y actúa como cicatrizante de úlceras gástricas. Su actividad antibacteriana también es eficaz sobre la Helicobacter Pylori.
El empleo de las plantas medicinales es una práctica milenaria que ha dado pie al desarrollo de la farmacología. Durante siglos los remedios naturales elaborados con plantas medicinales eran los únicos recursos contra las enfermedades, dando lugar a un vasto conocimiento de las propiedades de las distintas especies vegetales que poseen propiedades medicinales. Cada vez más destaca su valor como opción terapéutica con evidencia científica contrastada, como reconoce la Organización Mundial de la Salud, en su Plan Estratégico 2014-2023, donde recalca la importancia de fomentar e incluir en los sistemas sanitarios de sus países miembros el uso de medicamentos naturales.
El médico debe ser el auxiliar de la naturaleza, no su enemigo.” (Paracelso Médico, astrólogo y alquimista suizo)