La rizartrosis es una artrosis muy localizada de la articulación trapeciometacarpiana del dedo pulgar y es una afección degenerativa muy frecuente que afecta al quehacer cotidiano de quien la padece. Al realizar acciones como abrir un frasco o girar una llave produce dolor intenso y pérdida de fuerza, limitando la capacidad de llevarlas a cabo.
Índice
¿Qué causa la rizartrosis del pulgar?
La causa primaria de la rizartrosis del pulgar ocurre por la degeneración de la articulación trapeciometacarpiana.
Esta articulación está formada por la base del primer metacarpiano y el hueso trapecio de la hilera inferior del carpo. La estabilidad de la articulación la proporcionan la cápsula articular, los ligamentos y la musculatura implicada que detallamos a continuación: músculos abductores largo y corto del pulgar, los extensores largo y corto del pulgar, los flexores largo y corto del pulgar, el aductor del pulgar y el oponente del pulgar.
La articulación trapeciometacarpiana es una articulación de encaje recíproco o en silla de montar con dos grados de libertad de movimiento: flexión/extensión y abducción/aducción que permiten la función de pinza y agarre de la mano.
Al realizar movimientos repetitivos durante años, la capa de cartílago que recubre los huesos se desgasta y se produce un contacto directo de las superficies óseas. Un ejemplo de movimiento que causa esta lesión es el sobreuso del pulgar al utilizar el teléfono móvil.
Otras causas que provocan esta artrosis son:
- traumatismos y fracturas.
- laxitud excesiva de la cápsula articular.
- debilidad de los ligamentos y tendones que sostienen la articulación.
- cambios hormonales (menopausia).
La incidencia de esta patología es alta y aumenta con la edad, siendo más frecuente entre las mujeres y manifestándose a menudo de manera bilateral.
Sintomatología de la rizartrosis del pulgar
El dolor en la base del pulgar es el síntoma más característico, aunque el dolor puede irradiar a otros dedos y a la mano. Existe una inflamación de la cápsula articular que acrecienta el dolor, sobre todo al realizar determinados movimientos que exigen hacer fuerza con el primer dedo.
Si no se trata al principio, la patología va degenerando y causa dolor hasta cuando se está en reposo. Otros síntomas son la pérdida de fuerza y la dificultad para sujetar las cosas, la limitación del rango de movimiento y el desarrollo de una protuberancia en la base del pulgar al descentrarse el primer metacarpiano con respecto a la articulación.
La rizartrosis puede llegar a ser bastante incapacitante en las diversas actividades del día a día.
Se establecen cinco grados de rizartrosis en función del baremo de dolor. Si la lesión se encuadra en los primeros puede llevarse a cabo un tratamiento conservador. En el caso de los dos últimos grados, se requiere un tratamiento quirúrgico.
- Grado 0, sin dolor.
- Grado 1, dolor en actividades concretas.
- Grado 2, dolor en actividades habituales.
- Grado 3, dolor en actividades habituales más episodios de dolor espontáneo.
- Grado 4, dolor constante.
En una imagen radiológica de la rizartrosis del pulgar se observan una serie de signos indicadores de esta patología:
- menor espacio entre el hueso del carpo y el primer metacarpiano.
- emblanquecimiento que señala un engrosamientos en la superficie del hueso, consecuencia del desgaste del cartílago.
- proliferaciones óseas (osteofitos).
¿Cómo ayuda el quiromasaje ante un caso de rizartrosis?
Cuando el usuario acude a un especialista porque siente dolor al efectuar determinadas acciones cotidianas o profesionales suele ser habitual que se le prescriba el uso de ortesis para descargar la articulación y mantenerla relajada.
El masaje es una herramienta idónea para aliviar y relajar toda la musculatura implicada.
Existe un desequilibrio entre los músculos aductores y los músculos abductores ya que los músculos orientados a agarrar son más importantes que los músculos orientados a abrir. La tendencia es que los aductores estén más fuertes y contraídos, especialmente después de un uso continuado durante años.
Relajar estos músculos para liberar y dar sosiego a los músculos contrarios favorece que la articulación esté menos tensionada por este desequilibrio.
El masaje trabaja la zona del músculo aductor del pulgar. Su función es la aducción y la hiperaducción del primer metacarpiano del pulgar. También ayuda en la oposición y la flexión del pulgar.
El especialista en quiromasaje trabaja toda la musculatura comprometida de la siguiente manera:
- masaje descontracturante y estiramientos suaves de la musculatura de la eminencia tenar, sobre todo de los flexores y aductores
- movilizaciones articulares suaves de la articulación trapeciometacarpiana, resto de los dedos de la mano y de la muñeca
- tracciones articulares para atenuar la presión sobre la mencionada articulación
- colocación, si cabe, de vendaje funcional para disminuir la movilidad del pulgar y proteger la articulación
Si existe inflamación, la persona aquejada puede aplicar hielo, envuelto en un paño y sin contacto directo con la piel para evitar el riesgo de quemaduras, durante 15 minutos, 3 veces al día.
Cuando baja la inflamación pueden realizarse ejercicios de fortalecimiento de extensores y estiramiento de flexores:
- apretar una pelota pequeña
- abrir y cerrar la mano haciendo fuerza
- apretar el pulgar con los otros dedos durante 4 o 5 segundos
- con las manos extendidas sobre una superficie plana, elevar el pulgar
- realizar movimientos de aducción y abducción con el pulgar mientras se aplica resistencia
La rizartrosis o artrosis del pulgar es una afección articular crónica y es importante adoptar buenos hábitos para prevenir su degeneración y mantener la articulación en las mejores condiciones.
El masaje es una ayuda muy importante para preservar la musculatura y mantener su funcionalidad.