¿Conoces la historia que hay detrás del Blue Monday? Como casi todos los días especiales y los eventos internacionales se basa en un interés comercial. No obstante, algo de cierto hay en esa falta de energía, física y anímica, que suele invadirnos en esta época del año, cuando se han acabado las celebraciones decembrinas y aún quedan largas semanas hasta que asome la primavera.
Lejos de ponernos melancólicos y dejarnos influir por los cielos grises y las temperaturas bajas, podemos recargar nuestra energía para sentirnos bien. Una de las mejores formas de hacerlo es recibir un buen masaje. Te lo contamos.
Índice
Breve historia del Blue Monday
El ya célebre Blue Monday surgió como una campaña de marketing de una agencia de viajes británica, Sky Travel, para promover la reserva de vacaciones. El autor de este término, Cliff Arnall, profesor de la universidad de Cardiff y experto en motivación, desarrolló una fórmula de cálculo en base a los conceptos que más agobiaban a los asistentes de sus talleres, como el factor climático, el dinero, los malos hábitos y la motivación o falta de ella para hacer algo. Según la fórmula, el tercer lunes de enero es el día más triste del año.
Esta fórmula no tiene base científica alguna y más bien jugaba con estos tres elementos: un momento anímico bastante habitual en esta época del año, la moda de tener un día para todo y un proceso mental estudiado en Psicología que se conoce como “Efecto Pigmalión” o “Profecía Autocumplida”.
Este proceso determina como en base a una expectativa creada en un hecho futuro, aumenta la probabilidad de que el hecho suceda o, lo que es lo mismo, que tanto decirnos que es un mal lunes, acaba siéndolo.
Días tristes los tenemos todos y, te influya o no el clima, el mes del año o cualquier otra cosa, te aseguramos que un buen masaje siempre viene bien.
Nuestro organismo y el frío
Nuestro organismo, tanto la parte física como psicológica, no es inmune a los efectos de las bajas temperaturas. En los meses más fríos del año notamos el cuerpo más rígido y tenso, como si nos costase más utilizar los músculos y las articulaciones y los dolores musculoesqueléticos se acentúan.
Según la Sociedad Española de Reumatología (SER), aunque las condiciones climatológicas no son la causa de las enfermedades, sí influyen en el incremento de la sintomatología y la percepción del dolor.
Cuando el frío, la lluvia y la humedad hacen acto de presencia:
- La musculatura está más entumecida y contraída, por eso cuando efectuamos algún movimiento notamos molestias o dolor.
- El frío genera un aumento de la vasoconstricción para compensar la pérdida de calor, llegando un menor aporte de sangre a los tejidos musculares y articulares.
- Aumenta la densidad del líquido sinovial, disminuyendo la amortiguación y lubricación de las estructuras articulares, favoreciendo una mayor fricción y rigidez al efectuar los movimientos.
- Las personas que padecen afecciones articulares tienen los receptores de presión alterados y notan más los cambios de presión atmosférica.
Se han realizado diversos estudios sobre la relación entre el dolor y los cambios de tiempo. No obstante, los resultados no son concluyentes debido a la dificultad de determinar la verdadera influencia de los factores climáticos.
Uno de estos estudios fue llevado a cabo por el doctor Javier López del Val, perteneciente a la Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.
Durante un año, el doctor anotó el día y la hora en que ingresaban los pacientes para establecer un patrón, pues había días en que no ingresaba nadie y otros en que los ingresos se acumulaban.
Solicitó al Servicio Meteorológico de Zaragoza los datos de la máxima y la mínima de la presión atmosférica, de la temperatura y de la humedad de cada día del año.
El cruce de todos los datos médicos y meteorológicos le permitió establecer una base científica al denominado “barrunto atmosférico” que es la capacidad que presentan algunas personas para percibir los cambios de tiempo según el incremento de las molestias y el dolor articular.
Las partículas presentes en la atmósfera viajan a la velocidad de la luz, precediendo en horas la llegada de los frentes atmosféricos; los cambios barométricos son notados por quienes tienen los receptores de presión alterados y por ello “adivinan” el cambio en el clima.
A diferencia de los animales, los seres humanos no hibernamos ni dejamos de trabajar o de realizar nuestras actividades cotidianas cuando llega el invierno, así que toda ayuda para sentirnos mejor, como cuidarnos y fortalecernos con un buen masaje, es bienvenida.
Beneficios del masaje en invierno
El hábito del masaje es bueno todo el año. En invierno nos aporta estos beneficios:
- Aumenta la temperatura corporal. Las fricciones y maniobras del masaje dilatan los vasos sanguíneos y se incrementa la circulación y el flujo de sangre que llega a los tejidos, que reciben más oxígeno y nutrientes. Además, se optimiza la eliminación de los desechos y las toxinas del metabolismo.
- Se refuerza el sistema inmunológico y aumentan las defensas para luchar contra virus y bacterias.
- El masaje genera una sensación de bienestar y activa la química cerebral, aumentando la producción de dopamina y serotonina. El resultado es un optimista estado de ánimo.
- El masaje aporta elasticidad e hidratación a la piel ayudando a combatir los efectos de sequedad y tirantez que produce el frío.
Algunos masajes para el invierno
Te damos algunos ejemplos de masajes adecuados para esta época, aunque, ten en cuenta que todos los masajes proporcionan los beneficios que hemos detallado anteriormente.
Masaje con aceites aromáticos calientes
Un masaje muy agradable para los meses más fríos y desapacibles del año. Olvídate de las nubes grises y la lluvia para sumergirte en un ambiente cálido y reconfortante. El efecto de las distintas maniobras del masaje sobre los tejidos se une al de los aceites esenciales. Se liberan endorfinas, la musculatura se descontractura y se activa la circulación, a la vez que todo el organismo se relaja.
Masaje con pindas
También este masaje combina los efectos de las manos del quiromasajista sobre el cuerpo con las propiedades de las plantas utilizadas en la elaboración de las pindas. Estos saquitos de tela, rellenos de flores, semillas y otras partes de las plantas medicinales, se calientan al vapor para liberar los principios activos que contienen. El masaje se personaliza escogiendo las plantas más adecuadas a las necesidades de cada persona. Es un masaje muy relajante y efectivo.
Masaje con piedras calientes
Sentirse más cansado y falto de energía es habitual en invierno. El masaje con piedras calientes es ideal para relajarse, aminorar el estrés y las dificultades de sueño y aliviar la tensión y la rigidez de los músculos, gracias al calor directo que permite acceder a los estratos musculares más profundos y al efecto sedante de las piedras calientes. Si aún no lo has experimentado, este es el momento.
Estos son solo algunos ejemplos de masajes que puedes probar. Hay muchos otros tipos de masaje y todos ellos son beneficiosos y placenteros para el cuerpo y la mente. Incluir una rutina de masaje en el cuidado de tu salud y bienestar es una forma natural de prevenir y aliviar molestias y dolores, al tiempo que te liberas del estrés y relajas tu mente.
Detalles para brindar la mejor experiencia de masaje
La experiencia del cliente empieza en cuanto entra en nuestro centro. La ambientación del espacio es esencial para brindar una buena primera impresión. La iluminación, la música, el aroma, … todo cuenta para lograr que cada persona se sienta cómoda y se relaje.
En la época más fría del año es especialmente importante prestar atención a la temperatura de la sala de masaje y a la de las manos del terapeuta. Realizar un calentamiento de las manos ayudará a conseguir que no estén frías, además de muchos otros beneficios, pues las manos son el principal instrumento de trabajo del quiromasajista.
Si el ambiente exterior es muy frío o el cliente llega destemplado podemos taparle con una manta térmica, dejando solo al descubierto la parte del cuerpo que recibe el masaje.
Una vez terminada la práctica del masaje, taparemos todo el cuerpo y dejaremos que transcurran algunos minutos antes de total relajación en el ambiente que hayamos creado. Por último, podemos ofrecer una taza de té verde, té de canela o té con jengibre, todos ellos con propiedades termogénicas que ayudan a aumentar la temperatura corporal.
¿Se te ocurre mejor forma de pasar un lunes de enero? Anima a tus clientes a recibir un buen masaje. Explícales las bondades que obtendrán para su cuerpo y mente.
“La vida es como un espejo: Te sonríe si la miras sonriendo.” (Mahatma Gandhi, abogado, pensador y político indio (1869-1948) .